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Tribuna
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El dinero se asusta

Los dramáticos acontecimientos acaecidos en el País Vasco durante la semana pro amnistía, no concluidos en la actual, ha afectado de forma clara al inversor, tanto al particular como al colectivo.Sin embargo, la baja que se temía en la apertura semanal del martes no fue tan notable gracias al apoyo del Banco de España a ciertos sectores (en concreto eléctricas y monopolios), con bastante peso en el índice ponderado madrileño.

Al día siguiente, empero, no fue suficiente dicha ayuda de «la mano bienhechora» y el índice volvía a alcanzar la nueva cota mínima del año (la anterior, el 14 de abril), casi simultáneamente con Bilbao y Barcelona. Había aflojado el sostén a las eléctricas y se notaba sensiblemente.

Por esto al día siguiente tenía que volver en evitación de males mayores, al tiempo que se empezaba a notar cierta resistencia en el departamento bancario provocada por algunas entidades crediticias, lo que hacía posible que se empezara el barrer el papel de dicho grupo.

Finalmente, el viernes, ante la flojedad general, el Banco de España extendía su ayuda a los títulos industriales, que estaban sufriendo grandes e inmerecidos castigos (por ejemplo, el de las papeleras).

En conjunto podría decirse que no ha habido Bolsa, que hay un solo operador y que el dinero (el especulativo que el otro hace tiempo que se ausentó) tiene miedo y está superasustado. Los volúmenes de contratación son cada vez más irrelevantes y se nota tal debilidad de fondo, que tampoco cabria descartar una maniobra deliberada para ambientar una desestabilización política.

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