Vizcaya: ochenta candidatos a Cortes piden amnistía total

Ochenta candidatos a las próximas Cortes por Vizcaya y Guipúzcoa permanecieron encerrados la noche del viernes al sábado en la iglesia bilbaína de San Antón, por iniciativa de la Asociación pro Amnistía de Vizcaya, que consiguió agrupar a representantes de once listas electorales, al haberse incorporado en última instancia el Partido Nacionalista Vasco. Sólo quedaron al margen Alianza Popular, Unión del Centro Democrático, los Círculos José Antonio y la Alianza Socialista Democrática.

Los reunidos elaboraron a lo largo de la noche un comunicado conjunto suscrito por todas las fuerzas políticas presentes, con excepción de los tres representantes de la Democracia Cristiana Vasca, que no estuvieron de acuerdo con los párrafos referidos a la actuación de las fuerzas del orden.El comunicado, firmado por 77 candidatos al Congreso y al Senado, contiene los siguientes acuerdos: «Reiterar la exigencia de amnistía total e inmediata, tanto política como laboral, así como las garantías para libre retorno de los exiliados, condiciones indispensables para la normalización de la convivencia en Euskadi; lamentar y condenar enérgicamente los hechos acaecidos estos días en Euskadi, que han producido muertes y lesiones, como consecuencia de la actitud del Gobierno por demorar la amnistía total y por la actuación violenta de las fuerzas del orden público; exigir el esclarecimiento de estos hechos y las responsabilidades consiguientes, insistiendo en que todo este tipo de represión es incompatible con las libertades democráticas; manifestar nuestra solidaridad con el pueblo de Euskadí en su lucha por la amnistía y la libertad.»Al menos otra media docena de encierros se iniciaron también el viernes por la noche en distintos puntos de la provincia de Vizcaya, para subrayar, una vez más, la petíción de amnistía total. Probablemente, el más multitudinario fue el que agrupó a más de doscientas personas en la ikastola de Durango.

Paro generalizado

Por segundo día consecutivo. la provincia de Vizcaya conoció ayer una jornada de paro generalizado en su industria, cierre de comercios, a excepción de la capital, y violentos enfrentamientos en la calle.

La inactividad fue, incluso, más patente que el viernes, si bien es preciso considerar que algunas empresas disfrutan de una semana laboral de cinco días. Con todo, los productores de las grandes factorías que trabajan ininterrumpidamente, acordaron proseguir el paro en asambleas celebradas en la primera hora de la mañana. También el personal del puerto de Bilbao, que ha permanecido paralizado esta semana por espacio de dos días a causa de reivindicaciones laborales, decidió sumarse ayer a esta huelga en señal de duelo.

El diario vespertino Hierro no se publicaba tampoco ayer, debido a la huelga acordada por el personal de talleres, en señal de protesta por la muerte de un cajista de la Voz de España, en Pamplona. Radio Popular de Bilbao suspendió su programación habitual, para emitir música clásica a lo largo de toda la jornada, con la única interrupción de unos breves servicios informativos facilitados cada hora. La salida de los dos periódicos de la mañana estaba pendiente de una asamblea de talleres que iba a celebrarse a primeras horas de la noche.

Los enfrentamientos en la calle mantuvieron la misma tónica de violencia. Como consecuencia de las intervenciones de la fuerza pública en distintos lugares de la provincia, tres personas hubieron de ingresar en Cruces para ser atendidas de lesiones producidas por pelotazos de goma. Una de ellas, Felipa Pereda, sufre una contusión frontal de pronóstico reservado. El propio personal de Cruces se sumó al paro y se manifestó en las inmediaciones de la Residencia.

Hacia las cuatro y media de la tarde, y poco después de terminar la penúltima etapa de la Vuelta Ciclista a España, en el alto de Urquiola se registraba una tumultuósa manifestación, en la que se mezclaban ciclistas y manifestantes, espectadores y guardias civiles. A los gritos de Presoak Kalera, y disolución de cuerpos represivos, se produjeron unos ministos de tremenda confusión, durante los cuales la fuerza pública disparó abundante material antidisturbio, que fueron contestados por parte de los manifestantes.