_
_
_
_

Carter ofrecerá depósitos en USA para almacenar residuos atómicos

El presidente Carter estudiará la semana próxima, y muy probablemente aprobará, la creación de depósitos especiales en territorio norteamericano para almacenar los residuos atómicos procedentes de las centrales nucleares de Europa occidental, en un doble intento de disminuir la tensión creada por la política atómica de su Administración y de hacer desistir a los consumidores europeos de su intención de reprocesar los residuos de uranio por sus propios medios.El método que se empleará para este fin será seguramente la compra por Estados Unidos de los residuos del uranio vendido previamente por Norteaméricana a las plantas atómicas europeas. Así se conseguiría aumentar las garantías de un suministro de combustible puntual y regular, y sobre todo, impedir el reprocesamiento comercial de los residuos, técnica que permite la obtención de plutonio, el material básico para la construcción de la bomba atómica. El almacenaje y reprocesado de los residuos nucleares europeos en Norteamérica creará sin duda problemas internos a la Administración Carter, máxime en estos momentos en que se intensifican por todo el país las protestas contra las centrales nucleares.

Desde que el pasado 27 de abril Carter anunciara su rígida política de control nuclear, y su intención de detener completamente el desarrollo de los reactores reproductores, que trabajan con plutonio y crean más combustible del que consumen, se sucedieron las críticas de los consumidores europeos, que vieron en peligro la normalidad de su suministro de material atómico, con el consiguiente problema para sus planes energéticos.

Para suavizar estas tensiones, en vísperas de la cumbre económica de Londres, Carter aceleró su decisión de permitir la exportación de uranio altamente enriquecido a varios compradores extranjeros. Dicha autorización no será firme hasta que no sea aprobada a su vez por la Comisión Reguladora Nuclear norteamericana, aunque se da por seguro que este organismo respaldará la decisión del presidente.

Las licencias de exportación aprobadas por Carter totalizan casi media tonelada de uranio enriquecido, y los países destinataníos de este combustible son: Canadá, Japón, Holanda, Bélgica, la República Federal de Alemania y el Euratom, organización nuclear del Mercado Común Europeo. Según la nueva legislación norteamericana, el presidente debe dar personairriente su aprobación a cualquier proyecto de exportación de uranio altamente enriquecido que supere los quince kilogramos, cantidad que se considera como suficiente para la construcción de una bomba atómica.

Según el portavoz de la Casa Blanca, Jody Powell, la decisión de Carter es una clara demostración de que Estados Unidos es consciente de su responsabilidad como suministrador de combustible atómico y de su intención de atender los «legítimos requerimientos de otras naciones». Por otra parte, se considera que los países beneficiarios de las licencias de exportación de uranio enriquecido son considerados por Washington como cumplidores de las normas de seguridad y salvaguarda requeridos por la nueva política atómica, norteamericana.

La decisión de Carter, que fue comunicada en Londres a los jefes de Estado y de Gobierno que asisten a la cumbre de Downing Street, justamente la víspera del inicio de esta, tiene la importancia de que incluye entre los países beneficianos a los dos con que Estados Unidos mantiene actualmente contenciosos de mayor importancia en el campo nuclear. De un lado la República Federal de Alemania, cuya decisión de exportar tecnología atómica a Brasil fue duramente contestada por Washington, y de otro Francia, que pretende hacer lo mismo con Pakistán, lo que provocó idéntica oposición en Estados Unidos. Pese a ello, Alemania recibirá una considerable cantidad de uranio enriquecido con destino a su central nuclear de Nukem, cerca de Frankfurt, y Francia se beneficiará indirectamente de las nuevas licencias, a través del Euratom.

No obstante, Powell reconoció en Londres que el problema esencial entre Estados Unidos y Bonn sigue existiendo, y el tema será tratado muy probablemente entre Carter y Schmidt.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_