Dos estrenos de Martinu en el Fesfival de la Opera

La compañía de Opera de Cámara del teatro Nacional de Praga llevará a cabo en Madrid, hoy, repitiéndose miércoles y jueves, el estreno de dos piezas líricas del compositor checo Bohuslav Martinu (1890-1959).Dentro del programa, absolutamente tradicional y casi improvisado del XIV Festival de la Opera de Madrid, destacan estas dos pe queñas óperas de Martinu: La comedia sobre el puente y Ariadna la primera dura poco más de media hora y la segunda tres cuartos de hora). Ambas están separadas en el

tiempo veintitrés años.

La comedia sobre el puente, en un sólo acto, está basada en la pieza de V. K. Klicpera y fue terminada por su autor, el año 1935. Su destino era, en principio, radiofónico, y se estrenó en la radio checa, el 18 de marzo de 1937. Pertenece, por tanto, a la que podemos llamar etapa parisiense del compositor, la intensa formación al lado de Albert Roussel, en quien el autor de Los frescos de Piero della Francesca veía el orden, la claridad, la medida, el gusto y la expresión directa, exacta y sensible, que constituían admirables cualidades, a su juicio, de¡ arte francés.La música de Martinu por esta época es, sin embargo, de un neo clasicismo mucho más osado y personal que el de su maestro. Ritmos vibrantes, atrevidas disonancias, gran libertad melódica, caracterizan esta primera etapa del músico checo. El piano, por ejemplo, forma parte de la orquestación de La comedia sobre el puente.

Un gran cambio se ha producido cuando Martinu aborda, ya en las puertas de la muerte, su ópera lírica en un acto Ariadna. El músico de Policka ha pasado muchos años en Estados Unidos enseñando y componiendo. Los desastres de la Segunda Guerra Mundial han hecho mella en su espíritu. Un serio acci-. dente en 1946, al caerse de un balcón durante'una de sus estancias en Massachusetts, le obliga a una larga convalencia. Ya no regresaría nunca a Checoslovaquia, aunque, desde 1953 hasta su muerte, residió largas temporadas en Europa, principalmente, en Niza, Roma y Schónenberg, cerca de Basilea.Cuando emprende la composición de A riadna, para la que él mismo escribe el texto, basándose en la pieza de George Neveux El viaje de Teseo, Martinu es un hombre acabado, lleno deárnargura, a quien un cáncer de estómago comienza a destruir.

Poco a poco, los ritmos intensos, feroces, se han ido suavizando, y el elemento lírico ha ido ganando terreno. en su producción. Así la Fantasía concertante para piano y orquesta, las Parábolas, las Estampas o la bellísima obra citada Los frescos de Piero della Francesca.