"No se resolverá el problema de los objetores hasta las nuevas Cortes"
La declaración de José Luis Beunza, primer católico objetor de conciencia, ante el tribunal militar que en abril de 1971 le juzgó y condenó, ha sido motivo para la cantata Gaudium et Spes-Beunza, de Cristóbal Halffter, estrenada en la Semana de Música Religiosa de Cuenca con gran éxito.
Titulado por la Universidad de Valencia en ingeniería técnica agrícola, José Luis Beunza se niega en 1971 a hacer el servicio militar en el CIR de marines, que le supone una condena de quince meses por delito de desobediencia. Tras realizar actividades de promoción social en el barrio de Orriols es condenado de nuevo un año por desertor. Cumple condena en Cartagena y quince meses en unidad de castigo del Sahara. Desde marzo del 74 promociona el servicio civil y actualmente está pensando en ejercer su profesión. Es miembro de la comisión nacional de Justicia y Paz.-¿Por qué se interesó Cristóbal Halffter por su declaración?
-Cuando estaba en el Sahara recibí una carta en lá que me pedía permiso para utilizar mi nombre y texto. Me dijo que quería haber sido objetor de conciencia. Creo que tenía la mala espina de haber hecho el servicio militar, que no le ha desaparecido hasta que ha compuesto la cantata. Esto supone para mí la venganza más bella y profunda que podía haber realizado. Cuando se estrenó en Colonia, en octubre del 73, unos hermanos míos se desplazaron allí y así empieza una relación más cercana. Encuentro que es un hombre de una sencillez extraordinaria, y siempre nos ha ayudado mucho a los objetores.
-¿Cuál es su opinión sobre la cantata?
-La música está muy ligada a todas las guerras y todas las baiallas, pero al mismo tiempo consiste en una gran contribución para la paz. El valor de la música para desarrollar los sentimientos de la gent e siempre se ha utilizado en cantos guerreros y combativos. En esta obra, Halffter quiere manifestar un caos, un desorden, una violencia, a la vez que aparece otra posibilidad de esperanza. En un momento de desánimo mis palabras se quieren callar desde el coro, pero luego surgen de nuevo como un canto de esperanza. Aunque sé tocar la flauta no puedo dar un juicio muy correcto sobre este trabajo. Para mí, oírla en Cuenca ha supuesto quitarme las muchas humillaciones que he sufrido estos años.
-¿Mantiene alguna relación con la trayectoria creativa anterior de Halffter?
-Ciertamente, reafirma una constante que se encuentra en todas sus obras: la gran preociupación por la violencia y la forma de poder expresarla artísticamente.
-¿La última regulación de la objeción de conciencia ha satisfecho a los objetores?
-La situación actual es de ámbigüedad, porque ni se les reconoce ni se les detiene habitualmente (actualmente hay dos detenidos, uno en Madrid y otro en Bilbao). Mientras no haya unas nuevas Cortes no creo que se aborde directamente el problema. Los testigos de Jehová, que aducen motivos religiosos, los únicos que reconoce la ley, no adápten el servicio civil, y los católicos que queremos hacer el servicio civil no presentamos argumentos religiosos, sino de carácter humano y social. Al Gobierno le hemos facilitado una lista de entidades que estarían dispuestas a dar trabajo a los objetores. Con todo, la objeción de conciencia ya .es una opción posible en España. Lo demuestran los servicios civiles del barrio de Tetuán, de Madrid, Can Serra, de Hospilalet, barrio Floresta, de Tarragona; Uretamendi, de Bilbao, y colegio de subnormales, de Vic, en los que trabajan una treintena de objetores.
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