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Gobierno y planificación familiar

El aumento de la población en el mundo empezó a ser significativo a mediados del siglo XVII. Durante los primeros quinientos años de la existencia del hombre en la Tierra la tasa de crecimiento no fue superior al 0,000005 %. Habrá que esperar a la revolución industrial para que este índice comience a acelerarse de manera lo suficientemente alarmante como para llamar la atención de sociólogos y estudiosos. Podemos decir que hoy, año 1977, la legislación y planificación sobre todo lo concerniente a la familia es más o menos la misma promulgada y creada en los últimos años de la década de los treinta. Todos los esfuerzos del Gobierno en la posguerra se centraron en una política que fomentara el aumento de la natalidad. Esto, si bien puede quedar justificado en unos primeros años por toda una serie de necesidades como puede ser la de una demanda de mano de obra, hoy día', con casi un millón de parados en el país, no puede justificarse.

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Iglesia y Gobierno

No hay que olvidar que en esta actuación tiene tanta responsabilidad la Iglesia como el Gobierno, con un Concordato que está d ando sus últimos latidos todavía. Prueba de ello es que muchos cargos de los ocupados en instituciones estatales del Movimiento, dedicados a la familia, han' sido ocupados por curas.

Ahora bien, si la legislación para la protección de la familia no ha sido olvidada por la política nacional, no se puede decir lo mismo acerca de la planificación. En estos momentos no existe una política familiar encaminada a cumplir unos objetivos que se ajusten a las necesidades reales del país, lo único que se puede encontrar son estadísticas de la situación actual, datos que reflejan lo lejos que está la sociedad española de los gobernantes que la legislan.

En una encuesta hecha por FOESA en 1975, el 37 % de los encuestados sin estudios declara conocer la píldora; el porcentaje aumenta conforme aumentan los estudios hasta llegar a un 80 % de los que tienen estudios superiores. Hay que tener en cuenta que las leyes prohíben la publicidad de los anticonceptivos y que no son pocos los gobernadores que han anulado conferencias que intentaban informar acerca de su uso, lo cual quiere decir que la mayoría de las mujeres que lo toman en este país lo hacen de forma anárquica sin saber si pueden o no utilizarlos o la manera y marca que más le convienen.

Otra consecuencia que podemos sacar de este dato es que siempre son las capas más bajas de la sociedad las peor paradas. En esto influye tanto la menor cultura como el más difícil acceso a los medios de comunicación social y también porque en el grupo social suministrador esencialmente de mano de obra sin calificar, se percibe la llegada de un nuevo hijo, no fundamentalmente como alguien que viene a compartir '«acervo» económico, sino más bien como a un nuevo «colaborador» en su crecimiento.

Para el grupo detentador del poder económico, la carga de un nuevo hijo es siempre relativamente poco importante. Es pues la clase media -la más extensa del país- la que más uso hace del control de la natalidad.

Lo mismo podríamos decir acerca de las separaciones matrimoniales,- la realidad en cifras es mucho mayor que la que pasa a los papeles oficiales. El divorcio a la española es lo más frecuente: hoy se está, mañana se desaparece. Se puede calcular que de cada diez separaciones, de hecho, una se lleva por vía judicial. La cosa grave de por sí, a veces suele ponerse, peor; casos vemos en los periódicos constantemente en los que el marido aparece después de varios años de tener «paradero desconocido» y, tiene la posibilidad legal de acusara la mujer por haber tratado de reconstruir su vida con otro hombre. `Hoy por hoy, para lograr una separación se necesita que exista un culpable; si las dos partes logran un acuerdo no hay problemas, pero dado que existen hijos en muchos casos y la acusación de culpabilidad implica la pérdida de los hijos, casi siempre surge el litigio, y lo más fácil es que la mujer salga mal parada dada su clara discriminación e inferioridad ante las leyes.

Lo mismo que hemos hablado de la situación del país con respecto á los anticonceptivos o al matrimonio podríamos decir de los de rechos y situación de los hijos naturales o de la adopción o deseos de adopción por parte de hombres o mujeres que viven solos, en resumen de todo aquello que suponga una marginación de la familia económica y legalmente constituida transmisora de valores eternos.

IPPF

En abril de 1967 se celebró en Chile la 8.ª Conferencia Mundial, de la Federación Internacional para el Planeamiento de. la Paternidad (IPPF). A ella asistieron Dinamarca, Países Bajos, Suecia, Noruega y EEUU. En ella hubo una representación oficial española el doctor Orcoyen, director general de Sanidad y el señor Muñoz Hidalgo, perteneciente a la Secretaría General del Movimiento en la Delegación de la Familia.

La IPPF fue creada en 1952 para promover la planificación de la familia, la paternidad responsable en orden al bienestar de la familia, de la comunidad y la buena voluntad internacional.

Aspectos de la familia que se tocaron fueron: el socioeconómico, el biomédico, el tecnológico y el educativo.

Margaret Sanguer fundó en 1916 en EEUU la primera clínica de control de la natalidad, lo que le valió para dar con sus huesos en la cárcel. Sin embargo, a la salida de ella continuó su labor hasta conseguir que en 1930 se creara un organismo oficial, aunque se le cambiara el nombre de control por el de «Planificación de la familia». Ella ha sido la creadora de la IPPF, que depende económicamente de subvenciones estatales de los países asociados -entre los cuales, desde luego, no nos encontramos- y de donaciones particulares. Su labor es de educación Y asesoramiento totalmente gratuito de todos aquellos que quieran solicitarlo.

En Chile se hizo una glosa al problema mundial del planeamiento de la familia. Se trató:

- Control de natalidad.

- Planeamiento racional de la familia.

- Relación entre producción y número de habitantes del mundo. do.

- Aborto.

- Estudios sobre fertilidad y esterilidad humanas.

I.,epres, representante del Reino Unido ante las Naciones Unidas y que estuvo presente en la conferencia, dijo: «Debemos reconocer el derecho de todo hombre a planificar su familia y al conocimiento de los medios para el mismo fin. »

España no se incorporó a dicho organismo por considerar que aquello era más que nada un medio de publicidad para las casas fabricantes de anticonceptivos. Posteriormente ha habido otro congreso, en el que ya hubo representación española, solamente algunos doctores a título personal.

El futuro

Es relativamente fácil prever lo que pasará en años futuros caso de que las cosas sigan sin una planificación racional. Hoy día, son muchos ya los abuelos que están ha ciéndose cargo de los nietos; la mujer que se ha tenido que incorporar al mundo del trabajo -bien por necesidad -(la mayoría de las veces) o por sentir que tiene derecho a ello- ya sea casada, soltera o separada, no puede atender las horas y los cuidados que los niños requieren dada la actual planificación y concepción de los colegios. Las consecuencias de ser educados los niños por personas poco acopladas ya a los inconvenientes de la infancia sólo los sociólogos pueden preverlas. Y esto en el mejor de los casos, porque también, por desgracia, abundan los niños que a demasiada temprana edad deben asumir funciones que todavía no les correspondería.

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