El Estado del 18 de Julio ha capitulado sin honor

La Confederación de Combatientes, que preside el ex ministro José Antonio Girón, hizo un llamamiento, al término de su III Asamblea celebrada el pasado domingo en Madrid, para la creación de un Frente Nacional de extrema-derecha que aglutine, cara a las próximas elecciones, a todas las fuerzas políticas basadas en el espíritu del 18 de julio. El señor Girón pronunció un fogoso discurso en elque atacó duamente al Gobierno y anunción que España estaba llegando a una situación similar a la del verano de 1936.

La principal conclusión de esta III asamblea, después de las sesiones de trabajo del sábado y la mañana del domingo, es el llamamiento hecho a «los partidos coincidentes en la salvaguardia de los principios que inspiraron el Estado nacional del 18 de julio» para constituir un Frente Nacional. Estos partidos serían Unión Tradicionalista, Falange Española y dé las JONS, Círculos José Antonio y Fuerza Nueva. Este frente negociaría la formación de listas únicas electorales con Alianza Popular y «otros grupos afines independientes».Otras de las conclusiones fueron: constitución de una agrupación sindical que impida el desamparo del mundo del trabajo; elementos de corrección de la arbitrariedad de los partidos políticos; integración de todas las fuerzas políticas que defienden la unidad nacional del ataque directo o indirecto del marxismo y la constitución de una comisión nacional.

Tras la aprobación por unanimidad de las conclusiones de las tres ponencias que se habían constituido al principio de la asamblea -estructura futura de la Confederación, postura ante los problemas políticos y actividad de las juventudes-, tomó la palabra el presidente, José Antonio Girón, quien pronunció un largo discurso que fue interrumpido en más de cuarenta ocasiones. Gritos de «Franco, Franco» acogieron los párrafos en los que recordó la figura del general y su obra.

Se pretende destruir los restos del Estado

Girón comenzó su discurso diciendo: «De una cosa si podemos estar seguros: nosotros no hemos abandonado España a su suerte. Nosotros no nos hemos rendido. Nosotros no hemos entregado al enemigo la victoria. Recordó seguidamente que desde su última asamblea, hace un año, se habían producido muchos acontecimientos que se resumían en uno solo: «El Estado del 18 de julio ha capitulado sin honor.»Siguió diciendo que ahora «todo pudiera volver a ser lo mismo que cuando tuvimos que decidir el destino de España con las armas en la mano». En torno al panorama político nacional, dijo que se habían equivocado quienes mantuvieron la esperanza de un desarrollo político ordenado hacia la convivencia en la pluralidad, hacia el entendimiento con disparidad de criterios y hacia la libertad, en el marco honroso de una Constitución. «Desde una y otra orilla -agregó- se pretende destruir los restos del Estado, maltratar el régimen, humillar a quienes han permanecido fieles a su origen y denigrar al Caudillo y a sus colaboradores».

Añadió que en esa táctica se afanaban con el mismo entusiasmo quienes fueron vencidos en la guerra civil y aquellos que habían heredado la victoria y que juntos habían dinamitado las instituciones y ahora se intentaba pulverizar la ideología del 18 de Julio. Tras criticar el eurocomunismo, señaló que el Gobierno no ha querido ser constitucional y ha preferido convertirse en un Gobierno provisional.

«Quedan por liquidar -añadió- pocas instituciones básicas del Estado de derecho anterior. Y como hay prisas se está legislando en nombre de la libertad política y de la democracia por decreto-ley». «Cuando se hayan pactado las conclusiones electorales con el marxismo, se irá a las elecciones -afirmó-, pero, como veis, nadie ha pactado con nosotros.»

Se refirió más adelante al terrorismo y al separatismo, diciendo que ninguno de esos problemas iban a arreglarse con la amnistía, sino con la justicia, que ha de ser exacta para unos y otros. «No hay crisis de obediencia: sólo hay crisis de autoridad. Tenemos que salvar un patrimonio que no es de nadie y que es de todos colectivamente», terminó subrayando el señor Girón.

Los asistentes, puestos en pie, subrayaron con aplausos el discurso de Girón y a continuación se cantó el Oriamendi y el Cara al sol.