Carter propone un alto comisariado para velar por los derechos humanos

La defensa del respeto mundial a los derechos humanos hecha por el presidente Carter en su discurso de¡ jueves ante las Naciones Unidas es considerada unánimemente por la prensa norteamericana como el tema más importante de los contenidos en su intervención.Ni en el aspecto económico, ni en el de la distensión mundial reveló Carter grandes novedades, sino que se limitó a expresar conceptos ya conocidos de su programa de política exterior, muchos de ellos sacados directamente del programa del Partido Demócrata. En el tema de los derechos humanos, sin embargo, el presidente de Estados Unidos hizo dos propuestas muy concretas, así como una llamada a la comunidad internacional para defenderlos derechos básicos de la persona humana.

Más de la mitad de las delegaciones presentes en la sala de la Asamblea General de la ONU pertenecía a países que diferentes organismos internacionales consideran no libres. Muchas de ellas representaban incluso a naciones donde se han denunciado constantes violaciones de los derechos del hombre. Sin embargo, una de las ovaciones que recibió el presidente norteamericano siguió a su propuesta de creación de un alto comisariado de la ONU para la defensa de los derechos humanos en el mundo.

Carter recordó a todos los miembros de la organización internacional que cada uno de ellos habla firmado promesas de observar el respeto a tales derechos básicos, y que, por tanto, ninguno podía argüir que el trato recibido por sus ciudadanos era un asunto de mera competencia interna.

Esta declaración del presidente norteamericano fue hecha pocos días después de que cinco países latinoamericanos (Argentina, Uruguay, Brasil, Guatemala y El Salvador), hubieran renunciado a la ayuda estadounidense, precisamente a causa de lo que consideran una injerencia de Washington en sus asuntos internos, tras los informes realizados por el Departamento de Estado sobre la situación de los derechos humanos en dichos países.

Para reforzar el control de la comunidad internacional sobre esta materia, Carter propuso que la Comisión de Derechos Humanos de la ONU, actualmente con sede en Ginebra, sea trasladada al cuartel general de Nueva York, donde sus declaraciones tendrían mayor repercusión mundial, y sugirió que dicha comisión se reúna con mayor frecuencia y pueda investigar la situación de los derechos humanos en todos los países miembros de las Naciones Unidas. Hay que reducir la distancia entre las promesas y las realidades, dijo Carter, quien recordó a la ONU, que no había cumplido su compromiso de contribuir a la desaparición de las violaciones de las libertades básicas en el mundo.

Tras sus discursos electorales y, sus primeras y sonadas actuaciones en el tema de los derechos humanos, Jimmy Carter reafirmó ante la comunidad de naciones, su clara intención de speak out, de hablar claro sobre esta materia y de contribuir al logro del respeto universal de los derechos básicos del hombre, para lo que pidió la colaboración de los restantes miembros de la ONU.

En previsión de las críticas que podrían haberse hecho a la propia situación de Norteamérica en lo que a los derechos humanos respecta, Carter reconoció las violaciones de tales derechos producidas en su país y anunció su intención de poner fin a las mismas rápida y abiertamente.