Los intelectuales del exilio

( ... ) «No vengas, Rafael, no vengas desterrado, Espera, espera. » Instaba al poeta Álberti un destacado .escritor del liberal, diario madrileño EL PAIS a raíz de la ola de atentados que sacudió España durante el mes de enero. «Otra vez el crimen Raquel, otra vez la España de la rabia contra la España de la idea.»Que el poeta no es deseado por.la derecha lo demuestran los numérosos atentados perpetrados contra la librería que lleva su nombre; su propietarió ha tenido que instalar los escaparates con cristales,blindados.

«Quédale.donde está Alberti», se mofaba el diario de extrema derecha Alcazar. «Este pueblo que tú esperas encontrar callado, roto- y mendigo, posee en su mayoría televisor, nevera y coche, y te dirá que el tiempo te ha dejado atrás.»

A quienes el tiempo está dejando atrás es a quellos que durante cuatro décadas practicaron la Janática desculturización» de España (en palabras del escritor Andrés Sorel). Los españoles interesados en la cultura se lanzan con avidez sobre todo aquello. que estuvo prohibido durante el franquismo: la'primera edición española de las obras completas. de[ poeta Miguel Hernández, muerto'en una cárcel franquista, se agotó a los-dos meses de publicarse y se está preparando ya una segunda edición.

Buscando la «recuperación de nuestro pasado mutilado» (EL PAIS) unos editores españoles han sacado al mercado un libro sobre el teatro de agitación política de 1933 a 1939. Y en abril se podrá representar por primera vez en España una obra del dramaturgo Fernando Arrabal quien hace seis años escribiera una carta abierta a Franco: «Su biografía... que repleta está de cadáveres. »

Cuando hace poco Arrabal pr'eguntó al Rey en otra carta abierta: ¿Por qué no puedo regresar a mi país?, el ministro de Asuntos Exteriores le contestó, que podía regresar cuando quisiera.

Pero el posiblemente más famoso de «los desterrados que debería volver a casa» (según el diario ~_mmárquico-ABC)-te-ndrá que seguir, durante algún tierrijó ^¿ñ-eI exilio- la pintura «Guernica», de Pablo Picasso, que simboliza la destrucción de la tradicional capital de los vascos por los bombarde-

- .1- A~ l~ -1 -;A', ¡-dor» durante la Guerra Civil, y que está expuesto en el Museo de Arte Moderno de Nueva York.

Ya en tiempos de Franco, el Gobierno español intentó repetidas veces, sin éxito, hacerse con el cuadro. Picasso en persona, explicó el director del museo, dispuso poco antes de su muerte que el «Guernica» solamente podría regresa cuando España sea republicana.

14 marzo