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¿Que pasaría si fuéramos inmortales?

Entrevista con Marcela del Río

Si todos nos volviéramos inmortales, por el efecto de cierto descubrimiento científico, o por especial favor de los dioses, el mundo se vería abocado al cambio total. Se encontrarla incapaz de afrontar la situación nueva de una vida indefinida. Y no sabría qué hacer en el mundo sin muerte.Esto dice Marcela del Río en su novela de política-ficción Proceso a Faubritten, que acaba de aparecer en España. Marcela del Río, diplomática mexicana, viene a España por primera vez.

Proceso a Faubritten -dijo su autora a EL PAIS- es un juicio a la realidad a partir de un pretexto: el descubrimiento de una fórmula para no morir. La receta que hace inmortales a todos los hombres, y que el protagonista decide generalizar contaminando la atmósfera con esta sustancia gracias a una serie de bombas sistemáticamente estalladas. El problema central, o el descubrimiento central del libro, es que todos nuestros valores actuales dependen de la muerte. El héroe deja de serlo entre inmortales, el genio y hasta el artista dejan de tener sentido ante la eternidad de su vida física. Los estados perderían su poder correctivo sin su arma suprema, que es el derecho a dar la muerte, o a esos pasos medios que son la privación de libertad, la tortura, el miedo. En fin, que todos nuestros valores están colgados de un hilo, hasta los más privados. Cómo decir «te amaré siempre», ¿cuándo siempre es siempre?

«El juicio que hago del mundo -dice Marcela del Río- no es precisamente optimista. Y, sobre todo, es doloroso constatar que los valores por que se mueve nuestra sociedad y nuestra cultura, nuestro mundo, son valores de muerte. Nosfalta una ética para la vida -subraya esto-, una moral y, unos valores que expliquen y vivan el mundo desde la perspectiva de la vida y no la de la muerte. »

«Y en este sentido creo que debemos trabajar todos, para estructurar nuestros valores y hacerlos depender de la vida. Hasta ahora, la historia ha conocido teorías hermosas y hasta progresivas. Pero creo que faltan salidas. Con todo, la impresión que he recogido por ahí del efecto de mi novela es, precisa-. mente, de ganas de vivir.».

Mañana puede ser verdad, o seguramente no. Se nos quedan en el cuaderno todos los problemas ecológicos, morales, sociales y un largo etcétera que plasma la novela. Y más: que se trata de una novela, es decir, que-si se nos cuela dentro esa enorme lección moral que es la ciencia ficción, y ese alegato terrible sobre nuestro mundo, es gracias a un lenguaje que se impone, y una lectura de vueltas adelante y atrás, compleja en el tratamiento del tiempo y hasta de los espacios, que deja abiertas las referencias a nuestro mundo de ahora. Y es que, al fin, y como toda la ciencia ficción lo que cuenta es verdad ya. Somos nosotros.«El juicio que hago del mundo -dice Marcela del Río- no es precisamente optimista. Y, sobre todo, es doloroso constatar que los valores por que se mueve nuestra sociedad y nuestra cultura, nuestro mundo, son valores de muerte. Nos falta una ética para la vida -subraya esto-, una moral y, unos valores que expliquen y . vivan el mundo desde la perspectiva de la vida y no la de la muerte. »

«Y en este sentido creo que debemos trabajar todos, para estructurar nuestros valores y hacerlos depender de la vida. Hasta ahora, la historia -ha conocido teorías hermosas y hasta progresivas. Pero creo que faltan salidas. Con todo, la impipsión que he recogido por ahí del efecto de mi novela es, precisa-. mente, de ganas de vivir.» .

Mañana puede ser verdad, o seguramente no. Se nos quedan en el cuaderno todos los problemas ecológicos, morales, sociales y un largo etcétera que plasma la novela. Y más: que se trata de una novela, es decir, que-si se nos cuela dentro esa enorme lección moral que es la ciencia ficción, y ese alegato terrible sobre nuestro mundo, es gracias a un lenguaje que se impone, y una lectura de vueltas adelante y atrás, compleja-en el tratamiento del tiempo y hasta de los espacios, que deja abiertas las referencias a nuestro mundo de ahora. Y eis que, at fin, y como toda, la ciencia ficción. lo que cuenta es verdad ya. Somos nosotros.

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