José María Lozano,
Vecino de Bilbao, resistió durante más de tres horas los embates de los funcionarios de la grúa municipal, que pretendían llevarse su coche ante el impago de multas municipales por valor de 22.800 pesetas. Esta situación, que provocó un considerable atasco por tener lugar en la plaza de Campuzano, en pleno centro de la capital, terminó con la llegada de un coche del 091. El propietario del vehículo se vio obligado a pagar las multas, aunque lo hizo a condición de que fuera revisada la competencia del Ayuntamiento para embargar, función que, según el vecino, sólo compete al juzgado.
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