Aclaración

Creo verme obligado a escribir estas líneas con la pretensión de aclarar ciertos conceptos vertidos indebidamente en el artículo de la sección La Cultura, correspondiente al periódico de su digna dirección, del día 20 de febrero de presente año y que comenta mi libro titulado Quiero morir por algo.Me creo hombre demócrata «de los de antes» y consiguientemente tolerante con la opinión de los demás. Mi libro puede gustar o no, según la opinión de cada cual y todos son libres de juzgar libremente. Hace muy pocos días que ya dio su opinión EL PAIS en relación al trasfondo del mismo, y lo consideré coherente, conocedor del obligado tono de voz de una crítica opositoria de un pensar diferente. Hasta aquí nada que objetar. Pero me creo obligado a hacer ciertas aclaraciones -que ruego sean publicadas- amparándome en el derecho de réplica:

En mis declaraciones respecto al régimen penitenciario, hice constar que los militantes de ETA, por mantener también allí su alto espíritu de lucha y rebeldía, padecían las consecuencias de una dura disciplina interna, que no la padecían aquellos otros que dejaban transcurrir su tiempo pasivamente. También dije que los vascos protagonizaron en todo tiempo aquellos actos de valentía y audacia que se realizaron en las prisiones y que se hicieron eco todos los periódicos.

En el último párrafo del comentado artículo, se dice textualmente «Me juzgaron y me condenaron a muerte por hechos exclusivos de muerte ... » Cuando correspondía escribir: «Me juzgaron y me condenaron a muerte por hechos exclusivos de guerra ... » Diferencia de matiz determinante, cara a la responsabilidad a juzgar y que lamentando mucho, exijo una aclaración.