La autonomía, caballo de batalla de las fuerzas políticas vascas
En un plazo de dos meses y, en todo caso, antes de las próximas elecciones generales, estará terminado el proyecto de estatuto de autonomía que viene elaborando la Real Sociedad Bascongácia de Amigos del País.El grupo fundamental que interviene en su redacción está constituido por personalidades que se proclaman políticamente independientes. Las coincidencias teóricas que les unen en este esfuerzo podrían ser las siguientes: su convicción de que el País Vasco ha tenido en sus diversos regímenes fórales la mejor forma del gobierno, el convencimiento de que un estatuto de autonomía es, hoy, el sistema más adecuado para conjugar esa tradición de autogobierno con las exigencias de una correcta descentralización económica.
Con este proyecto la Real Sociedad Bascorigada trata de recoger la antorcha que ya, al comienzo de los años treinta, empuñó la Sociedad de Estudios Vascos, autora del primer estatuto de autonomía, que fue aprobado -con algunas modificaciones impuestas por intereses políticos- el año 1931 en Estella, por los ayuntamientos vascos y que después de muchos cambios que le hacían casi irreconocible, fue pebliscitado en 1933 y puesto en vigor rínalmente, 1936.
El proyecto de la Sociedad de Estudios Vascos, -el mejor de todos en opinión de muchos autonomistas- es el que sirve de base al que redacta ahora la Real Sociedad Bascongada. Ante la mesa de debate se están considerando, además, las fórmulas autonómicas aplicadas en otros países europeos como Italia, Suiza o Alemania.
Ciudadanía vasca
Un tema al que se dedica particular atención es el de la ciudadanía vasca y el ejercicio del voto. Parece evidente que la plena posesión de derechos civiles sea realidad desde el momento mismo en que se tenga la residencia o el empadronamiento, pero en principio parece abogarse por exigir una estancia mínima de dos años, para poder votar en el País Vasco o para presentarse como candidato.Esta exigencia no obedece a otra razón que las de impedir que por puros intereses de partidos o planteamientos electorales, se presenten como candidatos por el País Vasco personas ajenas totalmente a sus preocupaciones. Estas limitaciones son. por otra parte. frecuentes en otro paises europeos que tienen regímenes de autonomía.
Pero el proyecto de estatuto de autonomía que realiza la Real Sociedad Bascongada, no es el único que se maneja en estas fechas. Cada partido vasco tiene casi su propio proyecto en elaboración y esto será probablemente el principal caballo de batalla con vistas a las próximas elecciones generales.
Algunos partidos estudian incluso la posibilidad de plantear un frente electoral unitario, -desde el PNV hasta la extrema izquierda- con un punto de convergencia que sería un pacto nacional por el estatuto de autonomía. Este proyecto tendría una ventaja, aislar a Alianza Popular, y una dificultad casi insalvable: llegar a un acuerdo entre los dirigentes, aunque a niveles de base se apoya con entusiasmo este posible bloque unitario vasco.
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