_
_
_
_
_

Carter prepara medidas económicas e iniciativas en política exterior

La preparación de un paquete de medidas económicas, tendentes a reducir la inflación y el desempleo, y de un cuidadoso programa de actuaciones y entrevistas en política exterior, parecen ser los dos temas prioritarios de trabajo del presidente electo, Jimmy Carter, que puso fin ayer a sus vacaciones de Navidad.

Acompañado del vicepresidente electo, Walter Mondale y de la mayor parte de los miembros de su Gabinete, Carter se trasladó ayer a la isla de Saint Simmons, en la costa de Georgia, que se ha convertido en el lugar favorito de trabajo del nuevo presidente. El equipo demócrata estudiará, hasta la víspera de Año Nuevo, las medidas económicas que deberá proponer al Congreso, una vez se haga cargo del poder, y decidirá una nueva serie de nombramientos, de segundo nivel, de los que el único que crea expectación es el de director de la Oficina Federal de Investigación (FBI).Poco antes de subir al avión que le trasladaría a Saint Simmons, Carter pudo verse una vez más en la portada del semanario Time, que ha nombrado al presidente electo hombre del año, un galardón que se ha venido concediendo desde hace medio siglo a aquellas personas que más destacaron a lo largo del año y que llenaron, para bien o para mal, una época de la historia.

Carter, sin experiencia en política internacional, parece decidido a cuidar especialmente este aspecto en su futura Administración. Buena prueba de ello fue su decisión de rodearse de funcionarios experimentados en otros gobiernos demócratas, aunque estos nombramientos le hayan valido las críticas de quienes confiaban en que la llegada de Carter a la Casa Blanca supondría realmente un cambio de aire.

El tablero exterior

Aconsejado por Brzezinski, Vance, Brown y un reducido grupo de estrechos colaboradores, el presidente electo tendrá que hacer frente, en su primer año de mandato, a una serie de problemas en política exterior, para los que ha comenzado a prepararse.El relevo de las minorías blancas del Africa austral por gobiernos mayoritarios de color, con el cercano antecedente de la guerra de Angola y con la guerrilla nacionalista creando graves problemas al régimen rodesiano, será una de las situaciones más difíciles de resolver, aunque el nombramiento de un negro, experto en temas africanos, como embajador en la ONU, pueda contribuir a ello.

Las conversaciones Salt II, de limitación de armas estratégicas, con la Unión Soviética, serán otro tema crucial, que puede hacer continuar, o poner fin, a la política de distensión. Una entrevista con Brejnev, que parece ya concertada entre bastidores, será la primera actuación de Carter en este sentido.

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

El diálogo Norte-Sur, y la situación económica de los países industrializados, en relación ambos temas con el incremento del precio del petróleo, deben ocupar también mucho tiempo al nuevo presidente, que posiblemente atienda la llamada de Giscard d'Estaing para celebrar una nueva cumbre económica de los países occidentales.

Las negociaciones sobre el canal de Panamá, la retirada de tropas norteamericanas de Europa y, principalmente, de Asia, la nueva política hacia las dictaduras latinoamericanas: la venta masiva de armas convencionales y el control sobre el armamento atómico de países del Tercer Mundo, sin olvidar la crisis chipriota y el problema de Oriente Próximo, serán otros temas que estarán muy pronto en la mesa del presidente.

A nivel interior, Carter debe reactivar la economía y mitigar el desempleo, según prometió en su campaña electoral. Desde su lugar de vacaciones en Vail, Colorado, el presidente saliente. Gerald Ford, comentó con escepticismo estas promesas y dijo que una cosa era anunciar un programa económico para ganar votos, y otra muy distinta llevarlo a cabo con éxito.

La mayor parte de los consejeros económicos del presidente electo coinciden en que una reducción de impuestos de 15.000 millones de dólares será la única medida eficaz para estimular ¡a demanda y, por consiguiente, reactivar la industria y crear nuevos puestos de trabajo, junto con un programa de amplio gasto federal.

El Congreso, que debe aprobar rutinariamente los nombramientos de ministros hechos por Carter, debe dar también el visto bueno al paquete de medidas económicas que Carter y sus colaboradores preparan en la isla de Saint Simmons. Esta será la primera batalla del nuevo presidente frente a una Cámara dominada por su propio partido, pero reacia la aprobar cualquier incremento presupuestario.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_