Bukovsky llegará mañana a Ginebra
«Bukovski llegará mañana, domingo, a Ginebra, en donde será recibido por el inglés David Marckham, presidente del grupo contra la utilización criminal de la psiquiatría», declaró a EL PAIS, ayer, en París, el profesor francés Jean Jacques Marie, presidente del Comité contra la Represión que, desde hace meses ha organizado varios actos en favor de la liberación de los presos políticos, particularmente los encarcelados en América del Sur y en los países del Este.
Está declaración fue hecha pocos momentos después de conocerse la noticia de la liberación de Bukovski y de Corvalán, anunciada la primera de ellas en Moscú por el académico y premio Nóbel Andrei Sajarov, en el domicilio de Pliutch, quien pocos momentos antes, según nos declaró, había hablado por teléfono con Almarik, otro de los intelectuales disidentes; residente en Amsterdam, sobre el asunto Bukovski.Según las informaciones que se recibieron en París ayer por la noche, Luis Corvalán, el secretario general del Partido Comunista Chileno, también llegaría a Suiza de manera inmediata. Este canje de prisioneros, según declaró un portavoz del Comité contra la Represión, no tiene precedentes y no sería imposible que se repitiese.
Convendría recordar que hace pocas semanas, como ya se informó en estas mismas columnas, se reunieron en París los cuatro abogados de Luis Corvalán. En aquella ocasión, Joaquín Ruiz-Giménez, uno de sus defensores, declaró que dicha reunión tenía por objeto conseguir la libertad para Corvalán, no sólo por las razones lógicas que se derivan de la Carta de los Derechos del Hombre, sino porque su estado de salud era precario.
Bukovski, nacido en 1942, estudió biología y se reveló inmediatamente como uno de los protagonistas más distinguidos de la contestación en la URSS. Al principio de los años 60 fue detenido por primera vez porque tenía en su podar un libro de Djilas (La nueva clase) y porque había organizado una lectura de poemas en la plaza Maiakovski. El fue, también, quien recopiló el dossier publicado en Francia con el título de «Una nueva enfermedad mental en la URSS: la oposición».
Ni la cárcel, ni los castigos, ni las enfermedades (una úlcera de estómago), debilitaron nunca su fuerza contra la represión. En 1971, por fin, fue detenido y, en enero del 72, condenado a siete años de cárcel. Su madre ha multiplicado las iniciativas para conseguir la liberación de su hijo, escribiendo cartas a Nixon, a Giscard d'Estaing y al líder comunista francés Georges Marchais. Ninguna de ellas re cibió contestación, pero ella no desfalleció nunca: «Continuaré -dijo- porque quiero que mi hijo salga de prisión antes de que sea demasiado tarde.» Varias campañas se habían organizado últimamente en su favor. El pasado octubre, en la sala de la Mutualité de París, el Comité de Matemáticos organizó un mitin para conseguir la libertad de varios prisioneros del Este y de América del Sur, Bukovski entre ellos. En aquella ocasión se comentó ampliamente la participación, en tal reunión, de una delegación del Partido Comunista Francés.
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