El Gobierno británico enfrenta un grave conflicto minero

El 78 % de los mineros británicos votó ayer a favor de cualquier clase de protesta laboral que decida el comité ejecutivo de su sindicato. Este podría convocar una huelga general o prohibir a sus 250.000 miembros que trabajen horas extras.

Para evitar ambas posibilidades, el Congreso Sindical ( TUC), la Empresa Nacional del Carbón, el Gobierno y el propio Sindicato Minero han comenzado ya gestiones para hallar una fórmula de compromiso, los mineros quieren llevar a cabo una protesta efectiva contra la decisión de su empresa de no aceptar su demanda sobre la edad del retiro, que ellos pretenden fijar en sesenta años y la empresa desea dejar en los 62 años y sólo para aquellos trabajadores que hayan estado en las minas durante un mínimo de veinticinco años. Asimismo, los mineros estiman que en una segunda fase, a poner en práctica en la segunda mitad de la próxima década, la fecha que ahora se indica como tope debía ser rebajada en otros cinco años, hasta conseguir que los minero s puedan retirarse a los 55 años. Actualmente, los trabajadores británicos de este sector se retiran a los 65 años.Esta es la segunda amenaza de huelga general a la que se enfrenta la administración laborista en menos de seis meses. En octubre fueron los marinos mercantes los que decidieron una acción de protesta que finalmente no llevaron a cabo gracias a las intervenciones del TUC y del Gobierno, que propiciaron también una fórmula de compromiso entre los empresarios y los trabajadores del mar.

En peligro el «pacto social»

Ahorá la lealtad que los mineros siempre han prestado al laborismo puede ponerse a prueba si los trabajadores del carbón no consiguen lo que vienen exigiendo. Uno de sus líderes, Joe Gormley, que estuvo en España viendo a sus compañeros de las minas de Asturias el pasado mes de noviembre, ha afirmado que no cree que podamos seguir obligando a nuestros hombres a sufrir el descenso en la calidad de la vida sin implementar para nada sus condiciones de trabajo de retiro. Y no podemos seguir obligándolos -añadió- ni siquiera para ayudara un determinado partido político.Sin embargo en esta ocasión, la demanda minera cuenta con el apoyo del actual primer ministro Callaghan, lo que hace más fáci un compromiso con uno de los sindicatos más militantes de Gran Bretaña.