Reaparición de Raimon en Madrid

« He venido para intentar finalizar los recitales que comencé en febrero.» Estas fueron las primeras palabras de Raimon en el primer día de su presencia en Madrid.Entre gritos esporádicos de «Abstención, abstención» «Libertad», Raimon pudo ir desgranando sus canciones antiguas en unión de otras nuevas. El primer tema fue, como casi siempre, «Quien ya lo sepa todo, que no venga a escucharme» (Qui ya o sap tot, que no vinga a escoltarme). A partir de ellas, « Pais Basco», «Tristeza». «De un rojo encendido», etc- etc., hasta llegar a uno de los momentos cumbres del recital: «¿Te das cuenta, amigo?» (T'adones, amic?). Hasta ese momento Raimon parecía descentrado, como preocupado ante sólo mil personas, una audiencia enormemente reducida en comparación con Canet, el Festival de los Pueblos Ibéricos o el Pabellón de Deportes. Pero aquí o en cualquier lugar Raimon permanece fiel a sí mismo. Sus nuevos temas, algo más lentos, más «melódicos», por decirlo de alguna forma, conservan intactas las características que le han hecho único. La ayuda de la guitarra se convierte en un simplísimo apoyo que trata de potenciar con la mayor efectividad posible unos textos apenas complicados por una música igualmente efectiva. Sin duda el gran mérito de Raimon es la perfección lírica con que capta el momento histórico que vivimos, mejor dicho, los distintos momentos que hemos ido viviendo. Raimon sigue siendo el mismo. Los años no han supuesto para él cambios fundamentales en el estilo, lo que si bien puede considerarse positivo cuando buscamos la coherencia, obliga también a pensar una vez más en el necesario progreso que ha de experimentar la canción popular para constituir una verdadera alternativa cultural. Al final, sin que hiciera va falta traducir los textos de « De un tiempo, de un país», «Digamos no» y «Al vent», se pudo percibir algo del nuevo espíritu que permitirá a Raimon y a muchos otros no ser una excepción sino el reflejo vivo de una sociedad en libertad.