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Cyrus Vance sucedera a Henry Kissinger

Cyrus Vance, hábil diplomático que colaboró estrechamente con los gobiernos de John Kennedy y Lyndon Johnson, será el próximo secretario norteamericano de Estado, anunció ayer el presidente electo, Jimmy Carter.En una conferencia de prensa, Carter anunció también que el banquero Bert Vance, su amigo y asesor durante muchos años, estará al frente de la oficina de Administración y Presupuesto Federal, uno de los puestos claves del Gobierno.

Aunque el nombramiento de Vance se filtró horas antes de la conferencia de prensa, el anuncio oficial causó cierta sorpresa en los medios políticos, porque el propio Carter había insistido en que el nombre del sucesor de Henry Kissinger no se conocería posiblemente hasta el mes de enero.

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Un político prudente

La precipitación parece encaminada a permitir al nuevo secretario de Estado un período de adaptación, en el que probablemente conocerá, de la mano de Kissinger, los problemas pendientes en el Departamento que, durante años, fue su feudo exclusivo.

Carter parece querer tranquilizar también a los gobiernos extranjeros y confirmar, con la elección de Vance, sus insistentes promesas de continuidad en política exterior, para salir al paso del desconcierto con que se observó, en todo el mundo, la llegada de un desconocido a la Casa Blanca.

A sus 59 años. Vance posee un largo historial diplomático como negociador eficaz. Ex subsecretario de Defensa, el futuro secretario de Estado desempeñó una activa gestión mediadora en las conversaciones de paz sobre Vietnam y en el conflicto greco-turco sobre Chipre.

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Sus colaboradores le recuerdan como un hombre sereno, optimista, dispuesto a escuchar y partidario del trabajó en equipo. En otras palabras, casi el polo opuesto de Kissinger.

Con fama de habilidoso para llegar a un compromiso, Vance tendrá que demostrar pronto las cualidades que se le atribuyen, cuando tenga que afrontar las estancadas negociaciones soviético-norteamericanas sobre la reducción de armas estratégicas (SALT) y la crisis de Oriente Medio, dos problemas a los que Carter ha prometido dedicar «atención inmediata» cuando asuma el poder, el 20 de enero.

Fuentes próximas a Carter dijeron que el presidente electo se decidió a nombrar a Vance al ver que su nombre le fue recomendado por líderes del Congreso y otros asesores en política internacional, consultados durante las últimas semanas.

En la campaña electoral, Vance formó parte del equipo de consejeros a los que recurrió Carter para preparar el debate sobre política exterior con el presidente Ford.

Kissinger se ofreció a introducir a su sucesor en todos los asuntos internos del Departamento, y es muy posible que Vance quiera aprovecharse de la oferta. No se descarta, incluso, que acompañe al secretario de Estado a la reunión que los ministros de Asuntos Exteriores de la OTAN celebrarán este mes.

El otro nombramiento anunciado por Carter fue anticipado hace días por fuentes cercanas al presidente electo, aunque nunca confirmaron a qué puesto concreto iría destinado Bert Vance.

Vance, de 45 años, es un banquero de Georgia que conoció a Carter antes de que este fuese elegido gobernador del estado, en 1970, y que luego colaboró con él a1 frente del Departamento de Transportes.

Además de la amistad, Carter y Lance están unidos por los negocios: el banco que preside Vance prestó a la familia Carter cerca de cinco millones de dólares, deuda que todavía está pendiente, para ampliar el negocio de cacahuetes que el presidente electo tiene en Plains.

Carter ha anticipado que abandonará el negocio cuando asuma la presidencia.

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