La votación de los norteamericanos en el extranjero

Cada ciudadano norteamericano mayor de, 18 años tiene el derecho de votar en las elecciones anuales ocurridas el primer martes de noviembre.Para los ciudadanos que se encuentran fuera de los EEUU, el sistema es el siguiente: seis meses antes de las elecciones (en los meses de mayo y junio) cada ciudadano debe registrarse en su distrito de votación (es el lugar donde tiene su domicilio legal). Esto se hace por correo mediante una carta escrita al encargado de la Asociación de Votantes de su distrito. El elector se registra si lo desea en alguno de los dos partidos (republicano o demócrata) o se puede inscribir por «Iibre», o no afiliado a ningún partido. En esa ocasión se comunica que el votante estará fuera del país durante las elecciones y la Asociación toma nota de su domicilio en el extranjero.

Un mes antes de las elecciones (a principios o a mediados de octubre), le llega al votante un «voto de ausencia» (absentee ballot) por correo desde los EEUU. Es un papel que pone los nombres de los dos candidatos a la presidencia con sus respectivos candidatos a la vicepresidencia, y allí se indica su preferido. Este voto es devuelto por correo antes de la última semana de octubre, o puede ser depositado en la embajada de los EEUU en la ciudad donde se encuentra el súbdito norteamericano. La fecha tope de la llegada del voto a los EEUU es antes de las 24 horas del. día anterior a las elecciones:

Los norteamericanos en España

En España hay entre 26.000 y 30.000 norteamericanos. En Madrid hay alrededor de 16.,000, según cifras de la embajada de los EEUU. El número de militares es de 9.500 entre las bases de Torrejón (4.000), Morón, Rota y Zaragoza. Su sistema de votación (militar) es el mismo que los civiles.

Por lo general, el número de votantes entre los residentes en el extranjero suele ser equivalente al de residentes en Estados Unidos.

En cuanto a la colonia americana que vive en Madrid, parte de ella se concentró en la noche de ayer y madrugada de hoy en los salones del Hotel Castellana, don de la embajada de Estados Unidos, como suele ser tradicional en ocasiones como ésta, instaló un «servicio de prensa» e información electoral con línea directa de TV y radio desde Estados Unidos y otros adelantos. Un ambiente de jolgorio, alegría e impaciencia caracterizó el tradicional encuentro.