_
_
_
_

ELA-STV propone la creación de una confederación de trabajadores vascos

El tercer congreso de la organización ELA-STV (Solidaridad de Trabajadores Vascos) ha decidido salir de la clandestinidad en la que vive desde hace más de cuarenta años. Este es el primer punto del programa aprobado en las sesiones desarrolladas a lo largo del fin de semana en la localidad guipozcoana de Eibar ante 1.500 asistentes, entre ellos representantes de confederaciones internacionales, cinco españolas (CNT, USO, Comisiones Obreras, SOC y UGT), federaciones mundiales y una importante participación de organizaciones vascas.

En Eibar, STV decidió pasar de un sindicalismo de militancia anónima a un sindicalismo abierto y de afiliados, sentando las bases para una gran confederación vasca de los trabajadores de Euzkadi.Pero quizá los apartados más importantes del programa aprobado por ELA-STV han sido los relativos a la estrategia y el plan de acción de la organización para el futuro.

En cuanto a la estrategia, Solidaridad de Trabajadores Vascos ha decidido estrechar sus relaciones y aunar acciones con las fuerzas populares vascas para definir una política común con el fin de lograr la autonomía para el pueblo vasco, pero manteniendo su independencia con respecto a partidos y grupos políticos, como tal federación sindical de trabajadores.

ELA-STV -así al menos se señala en el plan de estrategia aprobado- piensa que hoy tras cuarenta años de franquismo, que han debilitado el sindicalismo, debe apoyar y luchar conjuntamente con otras confederaciones sindicales para lograr la libertad sindical, el desmantelamiento del sindicato vertical y el fortalecimiento del sindicalismo. Para ello considera indispensable una independencia con respecto a cualquier grupo ajeno al sindicalismo y la incompatibilidad de cargos políticos y sindicales.

Por otra parte, la organización Solidaridad de Trabajadores Vascos es partidaria de potenciar la organización para que pueda lograrse el fortalecimiento del aspecto organizativo de todos los estamentos de la confederación, la mayor cohesión entre militantes, la terminación del proceso de institucionalización de ELA y la garantía de la actividad autónoma de los organismos que componen la confederación.

ELA-STV ha configurado también en Eibar el tipo de sindicato que propugna, afirmando que éste debe estar adaptado a la sociedad vasca, ser el principal protagonista del futuro libre de la totalidad de Euzkadi y alcanzar el socialismo que responde a los intereses de los trabajadores vascos. El logro de estos objetivos debe plantearse sobre las siguientes bases: independencia de partidos políticos; líneas programáticas en el marco global de la problemática vasca; tratarse de una confederación vasca abierta a todos los trabajadores de Euzkadi, sin distinción de origen, credo, pensamiento y afiliación política; respeto a la autonomía de las organizaciones que componen la confederación, celebración de congresos ordinarios con delegados elegidos en las asambleas, potenciación, de los órganos confederales y el establecimiento de servicios y asesoramiento en todo el País Vasco.

Objetivos básicos

En cuanto al plan de acción aprobado en Eibar por Solidaridad de Trabajadores Vascos se destacan como objetivos básicos en el restablecimiento en un marco democrático de las libertades políticas, de reunión y manifestación, así como el reconocimiento de los partidos políticos y un régimen de autonomía para Euzkadi; el restablecimiento de la libertad sindical plena y el desmantelamiento del sindicalismo vertical; eliminación de las jurisdicciones y cuerpos represivos; amnistía total y absoluta readmisión de todos los despedidos anteriormente.Asimismo, ELA-STV reivindica como organización sindical al servicio de los trabajadores -así consta, por lo menos, en el programa aprobado-: el derecho a celebrar asambleas en las fábricas; locales apropiados y medios de propaganda aptos para que los representantes puedan informar a los trabajadores; reconocimiento de los representantes y garantías en el ejercicio de sus funciones; derecho a la huelga y abolición de la ley del 22 de mayo de 1975; reconocimiento de los derechos de los trabajadores a negociar con los patronos, y finalmente derogación de cualquier ley o disposición legal que admita la congelación de las negociaciones colectivas.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_