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Dassault acepta la nacionalización de su empresa

El escándalo económico-político protagonizado por el célebre constructor aeronáutico Marcel Dassault, basado en las revelaciones de fraude fiscal hechas por el que fue su jefe de contabilidad, Herve de Vathaire, bien pudiera, si no concluir, puesto que la comisión parlamentaria de encuesta se está formando, encontrar una puerta de salida: la nacionalización de las industrias aeronáuticas del padre de los Mirage. El propio Dassault, en una carta que le dirigió al director del semanario L'Express el diputado de Lorena, J. J. Servan Schreiber, y que publicara dicha revista en su número del lunes inmediato, afirmó al respecto: «Me inclinaría si el Gobierno de Francia decide la nacionalización de mis fábricas.» Dassault se dirigió a JJSS porque este último, en 1973 había propuesto ya la nacionalización. «Si entonces se hubiera hecho así, afirma ahora Dassault, se me hubieran evitado las campañas de calumnias que estamos conociendo.»La Unión de la Izquierda, en su Programa Común, preconiza la nacionalización y, por su lado, el presidente Giscard d'Estaing se asegura que tiene a punto el mismo proyecto. Políticamente, sin embargo, la operación se considera peligrosa, ya que la opinión pública en vísperas de las elecciones municipales y legislativas, pudiera plantearse ciertas cuestiones al ver que el líder de la socialdemocracia sin socialistas, Giscard, se pasa al Programa Común de la izquierda, que, por otra parte, él y sus lugartenientes de la mayoría siguen presentando a los franceses como el vehículo del colectivismo».

Las fábricas de aviones de Dassault, subvencionadas por el Estado, es decir, por los contribuyentes franceses, emplean a 15.450 personas, ocupan una superficie de 700.000 metros cuadrados y realizan una cifra de negocios que ascendió, en 1975, a más de 60.000 millones de pesetas, dos terceras partes de los cuales provienen de la exportación. Los beneficios conocidos fueron de 1.500 millones largos de pesetas.

En cualquier caso, el asunto ya se ha convertido en un tema de las elecciones venideras. Dassault, diputado gaullista de L'Oise, parece haberlo comprendido así. Ayer declaró que él mismo había manifestado a su partido, la UDR, que se uniera a los socialistas y demás grupos de la Asamblea para formar la comisión de encuesta. En algunos medios de este último partido se sospecha que el tinglado Dassault ha sido promocionado por el ministro del Interior, Poniatowski, contra Jacques Chirac.

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