La gratuidad de la enseñanza, irrealizable

Las disposiciones contenidas en la ley General de Educación sobre la gratuidad de la Educación General Básica podrían ser revocadas porque su alcance es impensable. En las circunstancias actuales, harían falta 68.264 millones de pesetas más de los presupuestados para implantar la gratuidad sólo en EGB.

«Se puede afirmar, sin temor a equivocarse, que seis años después de promulgada la ley General de Educación, y cuando únicamente faltan cuatro para la realización total de sus objetivos, la gratuidad es todavía una aspiración y su logro total va a requerir esfuerzos que se presumen ya irrealizables. En la gran mayoría de los centros, estatales o no, las familias abonan cantidades que invalidan el principio de gratuidad en este nivel obligatorio.» La anterior aseveración figura en el informe elevado al Gobierno por la comisión evaluadora de la ley General de Educación.El informe, que consta de tres volúmenes y, de casi ochocientas páginas, afirma también que «por lo que afecta al aspecto de la gratuidad obligatoria, el Estado debería decidir entre tomar las medidas económicas que exige su puesta en marcha antes de 1980 o renunciar a la obligatoriedad de la gratuidad, modificando el artículo 2 y el 94.4 a) en su primer párrafo, de la ley General de Educación».

La comisión evaluadora afirma también que la gratuidad está muy lejos de ser alcanzada incluso en los centros estatales, ya que los alumnos abonan ciertas cuotas, más o menos ilegales, tales como: el cobro de una cuota en concepto de matrícula o reserva de plaza, que oscila entre las 100 y las 300 pesetas anuales; el pago de libros y material escolar, que puede calcularse en unas 1.400 pesetas por alumno, y curso; el pago de cuotas suplementarias en concepto de transporte y comedor para suplir el déficit de las cantidades aportadas por el Estado y el pago de cuotas por permanencias, cantidades que revierten en el profesorado y que quizá se toleraron inicialmente por el desfase en la actualización de sus sueldos.

La gratuidad es también inexistente en los centros no estatales subvencionados y hay una falta absoluta de gratuidad en los centros no estatales no subvencionados.

Para que el alumnado entre 6 y 14 años, en número de 5.473.468 estudiantes, no tuviera que desembolsar cantidad alguna para recibir educación en este período escolar sería necesario: eliminar el pago de permanencias para el curso 1976-77, que sólo podría hacerse compensando al profesorado de EGB estatal con los complementos de dedicación exclusiva o plena; .aportar 7.662 millones, costo de libros y material fungible; y, en tercer lugar, cubrir los gastos que ocasionarían los 2.161.975 alumnos de centros no estatales. Tomando como representativo un costo por alumno y año de 29.000 pesetas, harían falta 62.697 millones de pesetas para cubrir la gratuidad en centros no estatales.

De la suma de las partidas anteriormente citadas resulta que habría que aumentar el presupuesto, sólo para Educación General Básica, en 68.264 millones de pesetas.