_
_
_
_
EXPOSICIONES

Colectiva de obra gráfica, con una primicia de Christo

Poco difiere esta exposición de las muchas que últimamente han tenido lugar en Madrid y seguirán teniéndolo, me imagino a Io largo del curso (un curso, por cierto, bastante remiso, valga el pleonasmo a la hora de iniciar su curso propio). Diría que más que inaugural parece de clausura o tiene ese tinte de emergencia tan propio de las habituales muestras de obra gráfica (con tales cuales remiendos escultóricos) o aquel sello inconfundible de liquidación que duele caracterizar a las colectivas de fin de temporada.A merced de la coyuntura (y no precisamente de gracia o favor). las galerías madrileñas se muestran un tanto dubitativas de cara a sus inauguraciones propiamente tales. No acaban de arrancar o lo viene haciendo con tímidos tanteos o avances y ocasionales aperitivos. A las puertas del octubre oficial, y por razones más económicas que estéticas, no cabe anunciar que amanezca risueño el horizonte en las miras expectativas o atenciones de nuestros galeróforos.

Galería Juana Mordó

Castelló, 7.

Y no es que quiera yo poner reparos a la exposición que comento.

Se trata incluso de una excelente exposición en su género, acrecentada por el número y honrada con el nombre de muchos de sus integrantes. Peculiaridad de estilos y variedad de procedimientos. y su mismo carácter internacional, no deja de ejemplificar, de una u otra forma, el título común de obra gráfica con que la muestra se ofrece al estímulo del contemplador.

Pocas novedades cabe apuntar en torno a los nuestros. Los nombres de Dalí, Tápies, Chillida, Lucio Muñoz, Sempere, Canogar... siguen hablándonos de la calidad de sus artes y el buen empleo de sus oficios, sin que sea menester el recurso a nuevos calificativos para subrayar el reconocimiento de su tradición respectiva. El reo, en todo caso, digno de mención el nuevo rumbo que, a través de los grabados aquí presentes, parece haber impreso Bonifacio a sus nuevas creaciones, sobresaliendo igulamente por su limpieza cromática, las obras de José Guerrero.

Tampoco es ésta la hora más propicia para reincidir en el elogio de los de fuera o adivinar novedades en el quehacer de Ruschenberg, Hartung, Leonor Fini, Bolowsky...pero si ocasión para dar por primicia la presencia de Christo en la impenitente costumbre de las galerías madrileñas, aunque sólo sea mediante un par de grabados (de excelente ejecución) concernientes a su conocido proyecto de embalaje de la estatua de Víctor Manuel en La plaza milanesa del Duomo.

¿Presagio de su próxima actividad en España? En estas mismas páginas quedó recientemente reseñado el proyecto de Christo en torno al Monumento a Colón en Barcelona, eventualmente apresa do en el complejo armazón de lonas y cuerdas, sabiamente ensambladas y entretejidas (como es hábito en este singular artista búlgaro), y encarnando una nueva imagen a la vista del paseo marítimo, plaza y puerto de la Ciudad Condal.

¿También en Madrid? Aparte de serlo en sí la de este par de grabados alusivos a un proyecto ya realizado, lo es todo en atención a otro, próximo a realizarse en la capital de España, con la anuencia, si la hay, de la autoridad competente: el empaquetado y embalaje de la Puerta de Alcalá. Aplaudimos la idea, esperamos que no medien dificultades y no surjan prohibiciones y no dejamos de reconocer que lo más importante de la exposición que hoy comentanios sea el anuncio de esta otra que en su día quisiéramos contentar.

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_