El escándalo de la Lockheed podría romper el equilibrio en las elecciones alemanas

A menos de una semana de las elecciones generales, los eventuales sobornos de la Lockheed a políticos de Alemania Federal podrían romper el equilibrio de fuerzas entre los partidos en lucha.El canciller Helmut Schmidt, candidato por la socialdemocracia (SPD) y liberales (FDP) a las elecciones del 3 de octubre dijo ayer que el Consejo de Ministros oirá hoy el informe proporcionado por el Gobierno norteamericano sobre la Lockheed en el que podrían estar implicados políticos alemanes.

El canciller aseguró, no obstante, que hasta el momento su Gobierno no dispone de pruebas formales contra ningún político, ni contra ningún partido.

Añadió, sin embargo, que la sesión de mañana podría ser la primera de toda una serie, y que en ella se decidiría si debido al material apartado es necesaria la creación de una comisión especial de investigación.

Pese a que hasta el momento no se ha materializado prueba alguna contra él, en el blanco de las sospechas figura el ex ministro de Defensa Franz-Josef Strauss. presidente de la Unión Social Cristiana (CSU) y candidato a la vicecancillería por el bloque democristiano que presenta a Helmut Kohl para la cancillería.

Entre 1956 y 1962, Strauss, como ministro de Defensa, ordenó la compra a la Lockheed de 915 aviones Starfighters, de los cuales 187 se estrellaron entre esa fecha y la semana pasada, costando la vida de 87 pilotos.

Las cosas comenzaron a complicarse aún más, al anunciarse ayer en el Ministerio de Defensa que hay testigos del traslado de una serie de actas de dicho Ministerio, relativas al período, de 1956-59, al de Finanzas, en el tiempo en que éste estaba dirigido por Strauss.