La flauta de pico, en el Conservatorio
Se ha sabido esta semana que la enseñanza de la flauta de pico se incluye el próximo curso, ya inmediato, en el Real Conservatorio de Madrid. Es una grata noticia. El viejo, pequeño, ilustre instrumento de madera, encuentra, al fin, acogida en la máxima institución musical docente del país. La flauta de pico, también llamada flauta dulce, tendrá su puesto en el Conservatorio madrileño como lo tiene en los principales centros europeos.La flauta recta, primitiva denominación de este instrumento, es tan antigua como las más antiguas civilizaciones. Rudimentario tubo en su origen, aparece más perfeccionado en Gran Bretaña durante la Edad Media.
Durante el Renacimiento la flauta dulce se multiplica según sus registros, creando, al igual que otros instrumentos. su propia familia. Por toda Europa se extiende, diversificándose. el sencillo tubo perforado. Unas flautas son pequeñísimas y su sonido agudo; otras de gran longitud. alcanzando notas sumamente bajas.
En España, la capilla musical del malogrado príncipe don Juan, hijo de los Reyes Católicos, posee en sus aposentos varias flautas. Y se dice que el príncipe sabe poner las manos en ellas.
Epoca dorada
La época de oro de la flauta dulce en toda Europa corresponde al período barroco. Desde 1600 a 1750 este instrumento conoce un auge extraordinario. Jacques Hotteterre, llamado El Romano (1684-1760), gran tañedor, compositor y constructor de flautas, perfecciona la flauta de pico.
La nueva flauta recta se construye en piezas desmontables. Gana en extensión y, por tanto, en posibilidades.
El sonido cálido, dulce, del Renacimiento, cede ante una sonoridad más aguda, que trata de insertarse airosamente en la orquesta de la época, cada vez más poderosa.
Desde, Van Eyck y Praetorius a Vivaldi, pasando por Purceli, Veracini, Marcello, Sanmartini, Albinoni y un largo etcétera, los grandes maestros escriben para flauta de pico solista. Telemann, gran virtuoso del instrumento, la utiliza profusamente Händel escribe su bella serie de sonatas. El gran Juan Sebastián Bach la llevará a sus cantatas, Conciertos de Prandenburgo. Pasión-según San Mateo.
El año 1772, el viajero inglés Charles Burney puede contar hasta treinta flautas dulces en el Hogar Hanseático de Amberes.
Decisión acertada
Sin embargo, ya por entonces la flauta de pico comienza a decaer ante el auge de la flauta travesera, de posibilidades virtuosísticas mayores y sonido más potente, lo cual va a permitir mantenerse en la gran orquesta que está naciendo en Mannheim. Junto a la flauta recta, el cémbalo y la viola de gamba perecerán en el empeño inútil de remontar con sus tenues sonidos el nuevo mundo sinfónico. Será nuestro siglo, rebuscador de tantas cosas bellas y válidas del pasado, el que resucite la flauta dulce, como ha vuelto a usar del clavicémbalo. Ahí están los ejemplos de Paul Hindemith o de Luciano Berio, por citar sólo dos ilustres maestros.
De todo lo que antecede resulta evidente la importancia de la decisión del Real Conservatorio de ,Madrid. Decisión acertada y loable.
La juventud europea ha dado muestras de su enorme interés por la música barroca. No ha sido una excepción la española. El alumnado de flauta de pico en academias, colegios, aumenta. Kees Otten, por ejemplo, dará un curso dentro de unos días en Barcelona. El sonido puro de este instrumento, que carece casi de armónicos, nos atrae a todos los amantes de la música.
Enseñanza
¿Quién va a enseñar flauta de pico en el Real Conservatorio de Madrid? La emisión de sonido, la digitación, son complicadas en un instrumento que carece de llaves.
El joven profesor madrileño Mariano Martín, estudioso especializado en el barroco musical, será el encargado de impartir las clases. Mariano Martín goza de gran reputación en la práctica de este instrumento. Sus discos, sus intervenciones en conciertos, en recital de cámara o con orquesta, le avalan. El profesor Martín está al tanto de lo que ocurre en los que hoy son grandes centros para la interpretación del barroco musical europeo: Basilea, Viena, Amsterdam, La Haya. Ha asistido a los Festivales de Flandes, en Brujas, y departido con Hans Martin Linde y con Franz Brueggen, el hombre que ha catequizado Holanda para la flauta. Sabemos que los planes del curso de Mariano Martín son serios, concienzudos, como ha sido siempre su trabajo.
Los futuros alumnos de flauta de pico en el Conservatorio de Madrid seguro que acudirán de toda España y América- están de enhorabuena. Los antiguos métodos para el aprendizaje de este instrumento se refieren a él como «la deliciosa compañía», «el dulce acompañante» y otros términos similares. Muchos podrán comprobarlo desde ahora.
Babelia
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