Unos 100.000 huelguistas de Vizcaya trabajarán hoy si se libera cuatro compañeros detenidos
Tal como sucediera el martes, Vizcaya -con unos 100.000 parados- era ayer la única provincia del País Vasco en donde proseguía la huelga general iniciada el lunes pasado, como protesta por la muerte de Jesús María Zabala, el día 8 en la localidad guipuzcoana de Fuenterrabía.
Vizcaya amaneció ayer sin periódicos. Ni El Correo Español-El Pueblo Vasco ni La Gaceta del Norte llegaron a los quioscos como cada mañana. Como ya informábamos, anteayer por la noche la redacción del primero de ellos -ante la huelga de talleres- debió optar por no salir a la calle. Asimismo La Gaceta del Norte acordó por votación no editar tampoco el diario, en solidaridad con sus compañeros de El Correo Español-El Pueblo Vasco.
Esta decisión -que aquí se considera histórica por no haber sucedido nada parecido después de 1939- se completó con la no aparición del vespertino Hierro, de la cadena del Movimiento, con lo que 250.000 lectores que aproximadamente contabilizan estos tres periódicos tuvieron que acudir a las informaciones de los diarios de Madrid y Barcelona.
Por la mañana se tenía la impresión de que la situación de paro continuaría estacionaria. En las reuniones de las coordinadoras de fábricas del día anterior se había acordado aplazar la decisión de volver al trabajo. hasta la celebración, ayer, de las asambleas en Sestao, Basauri y Erandio; asambleas que serían autorizadas por el gobernador como un primer paso hacia un entendimiento o conciliación de cara a la normalidad. A las once de la mañana se calculaba ya que al menos 100.000 personas, de las margenes izquierda y derecha del Nervión, Basauri y alto Nervión, habían parado.
Como estaba anunciado, a las once de la mañana se celebraron asambleas autorizadas en: Sestao (30.000 personas), Basauri (15.000) y Erandio (5.000). Al menos en las dos primeras los allí reunidos decidieron reintegrarse hoy al trabajo si para las seis de la mañana habían sido liberados ya los detenidos que eran, al parecer, cuatro personas. En ambas asambleas se acordó también que en toda la jornada no se realizarían más manifestaciones multitudinarias, como en días anteriores y, finalmente, se aprobó un manifiesto a la clase trabajadora vasca confeccionado por la coordinadora de fábricas de Vizcaya que reúne a las asambleas de Sestao, Basauri y Erandio.
«Teníamos razones poderosoas -dice el escrito- para actuar como lo hemos hecho; nos han impulsado los vínculos solidarios que mantenemos con el resto de los trabajadores de Euzkadi. Nos anima un profundo afán de justicia y nos mueve, por fin, el firme convencimiento de que únicamente golpeando al gran capital, donde más le duele, en sus intereses económicos: parando en las fábricas y ocupando las calles de nuestros pueblos y barrios, conseguiremos persuadir al Gobierno y demás organismos del poder, de que la vida de un trabajador, de un hijo del pueblo, resulta demasiado cara para que pueda ser destruida impunemente».
Tras exigir las correspondientes responsabilidades por los hechos de Montejurra, el manifiesto afirma la voluntad de la clase trabajadora de Vizcaya de seguir combatiendo por una serie de reivindicaciones sentidas por los trabajadores. Estas exigencias -enumera el escrito- son: mejora inmediata de las condiciones de vida y trabajo de la clase obrera -con la readmisión de despedidos, garantías de pleno empleo y un salario digno-. Reivindican también la legalización inmediata de todos los partidos y organizaciones obreras sin exclusión, la apertura de un proceso constituyente y la autodeterminación de Euzkadi, la amnistía total y el reconocimiento de la libertad sindical y de los derechos de huelga, reunión y manifestación.
Termina el manifiesto diciendo que «este movimiento que hemos protagonizado la clase obrera y el pueblo de Vizcaya y que ha partido de las asambleas unitarias de las fábricas, coordinándose en las asambleas de distintas zonas, ha sido una de las experiencias organizativas más ricas que hemos vivido, y nos marca un camino claro en la construcción de la unidad de la clase trabajadora y del pueblo en la conquista de las libertades que necesitamos».
Se tuvo noticias ayer a media tarde que representantes de la coordinadora de las tres asambleas de Sestao, Basauri y Erandio se habían entrevistado con el gobernador civil de Vizcaya, señor Zarzalejos, para recabar su mediación en la pronta puesta en libertad de los cuatro detenidos, como condición para el regreso al trabajo.
A la hora de redactar esta informacion se desconocía la decisión final gubernativa sobre el asunto.
Guipúzcoa: dimisiones
En Guipúzcoa -en donde la situación fue de casi absoluta normalidad ayer- aún colean los sucesos de Fueñterrabía. Ayer mismo el alcalde de Zumárraga, en reunión plenaria, acordaba aprobar un escrito, reafirmando los puntos del redactado anteriormente por 21 alcaldes guipuzcoanos. En su carta la alcaldía de Zumárraga añade, además, otros cuatro nuevos acuerdos a los anteriores: la amnistía total de todos los presos políticos y sociales del País Vasco, la libertad de uso de la ikurriña, solicitar la dimisión del Gobierno Civil de la provincia y presentar la dimisión de todos los miembros de la comisión.
Anteayer, a última hora de la noche se celebró también una borrascosa sesión municipal en el Ayuntamiento de Irún, en el que han dimitido 10 concejales, entre ellos un teniente de alcalde. Con los salones municipales llenos y las escaleras, plaza y calles adyacentes abarrotadas de gentes se trataría el único punto del día: los sucesos de Fuenterrabía. Tras la lectura de una moción, el teniente de alcalde citado y, siete concejales más -los otros dos había dimitido previamente- acordaron poner sus cargos a disposición del alcalde, «en tanto no se adoptaran medidas adecuadas por parte del gobernador civil de la provincia para dar satisfacción a nuestro pueblo». Otro concejal se negó entonces a dimitir alegando ser de la oposición, gesto que apoyó el segundo teniente de alcalde. Al terminar el pleno, miles de personas realizaron una manifestación por el pueblo pidiendo a gritos la dimisión del alcalde. Finalmente la fuerza pública disolvería, sin incidentes, a los manifestantes.
En Eibar la normalidad estaba prácticamente restablecida ayer. Por la mañana se supo que el abogado laboralista Esteban Eguren y Alicia Jáuregui, madre de Roberto Pérez Jáuregui -muerto en una manifestación de protesta por el juicio de Burgos-, retenidos desde el día anterior por su presunta presencia en un mitin sindicalista, fueron puestos en libertad.
En cuanto a Navarra y Alava la normalidad fue tónica general durante toda la jornada de ayer. Solamente en Vitoría se co ntabilizaron dos paros, uno de dos horas en la empresa Gabilondo y otro en Cablenor que duraría toda la mañana.
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