Los jornaleros agrícolas reivindican su derecho al trabajo

La delicada situación que desde hace meses se viene detectando en los campos y pueblos de esta zona occidental andaluza, ha desembocado en la presente semana en una aguda conflictividad al multiplicarse las acciones reivindicativas de los jornaleros agrícolas de distintos pueblos sevillanos y gaditanos.Marchena, Osuna, Fuentes de Andalucía, Sanlúcar de Barrameda, Lebrija, Trebujena, Villaverde, Dos Hermanas, Badolatosa, Lora del Río, por citar algunas poblaciones de la región, han sido escenarios estos últimos días de distintas acciones denunciadoras del alarmante índice de parados, que, en algunos pueblos han provocado el paro total de los faenadores agrícolas en señal de solidaridad con los más afectados por la situación. En Sanlúcar de Barrameda, Lebrija y Trebujena, con motivo de haber finalizado el empleo comunitario, se produjeron concentraciones ante las respectivas delegaciones de sindicatos. Una comisión de trabajadores de esta última población se trasladó a Cádiz con la intención de entrevistarse con el gobernador civil, gestión que no representó saldo favorable en la opinión de los trabajadores de Trebujena, lo que motivó una concentración masiva de obreros en paro ante el Ayuntamiento de la localidad.

En Osuna, tras cuatro días de encierro en la parroquia del Carmen, 200 obreros eran desalojados por la Guardia Civil en las primeras horas de la noche del pasado lunes, a pesar del apoyo del cardenal, doctor Bueno Monreal, quien públicamente había desautorizado cualquier intervención de las fuerzas del orden público dentro del templo. Al día siguiente, todos los jornaleros agrícolas adscritos a los campos de Osuna, observaban paro total en sus áreas como protesta ante el desalojo. A media mañana del citado día, un millar de jornaleros se concentraban ante el edificio municipal en donde se dio a leer un comunicado de los trabajadores en el que se solicitaba empleo comunitario para los parados en proporción a las hectáreas de las fincas del término local.

En Sanlúcar, al segundo intento de manifestación, se produjo la intervención de la Guardia Civil para disolver a los manifestantes, mientras los jornaleros de Fuentes de Andalucía, ante la falta de adopción de medidas prácticas ante el problema del paro, decidieron nombrar una amplia comisión representativa de los trabajadores compuestas por más de cien jornaleros, que marcharon a Sevilla en varios autocares para dirigirse en completo silencio por varias calles sevillanas hasta la Cámara Sindical Agraria, donde, recibidos primero, por el asesor jurídico de la Cámara y posteriormente por el delegado de asuntos sociales de Sindicatos, fueron informados que el organismo provincial carecía de fondos para mitigar la situación. Posteriormente, celebraron una reunión con el delegado provincial de Sindicatos, quien les comunicó que en la Caja de la Mutualidad Agraria sólo había 41 pesetas, a la espera de una nueva remesa para principios de septiembre. Los representantes de los jornaleros amenazaron, ante la carencia de medidas solucionadoras, boicotear las fiestas del pueblo que comenzaron el pasado miércoles.

Posteriormente, presidentes de las UTT de las Hermandades de Labradores y Ganaderos de diversas poblaciones sevillanas, así como vocales de la Cámara Oficial Sindical Agraria, daban a conocer en la tarde del pasado jueves a la opinión pública y a los trabajadores agrícolas de la provincia, una carta abierta en la que se denunciaba el paro crónico que afecta a la casi totalidad del censo de obreros agrícolas, señalándose como causa fundamental del problema, «la pésima política agraria del Gobierno reflejada gráficamente en los bajos precios pagados a los productos agrícolas, lo que lleva consigo el que se dejen se efectuar numerosas labores de labranza». Igualmente, se señalaba la insuficiencia de los fondos que la Mutualidad Agraria tiene destinado para los trabajos comunitarios.

En este orden de cosas, en Lebrija, el pasado jueves se reunían en un cine de la localidad unas mil quinientas personas, la mayor parte obreros agrícolas, para tratar de buscar soluciones al paro obrero de la localidad. Se pidió un sindicato de los obreros del campo y se abogó por la constitución de la asamblea de los jornaleros andaluces, mientras se proferían diversos gritos relativos a la necesidad de un sindicato obrero, el derecho al trabajo y a la libertad.