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Reportaje:

"No se trata de un libro de revancha"

Jorge Semprum y su "Autobiografía de Federico Sánchez"

Ángel S. Harguindey

«El eje central del libro son los once años de existencia de Federico Sánchez en el seno del partido comunista. Es decir, desde 1953 hasta 1964, año en que fue expulsado en compañía de Fernando Claudín», señaló a EL PAIS Jorge Semprum, nombre real de Federico Sánchez y sobre el libro de recuerdos que está escribiendo. El libro comienza con el principio de la frase pronunciada por Dolores Ibarruri en la reunión del Comité Ejecutivo del partido, en Checoslovaquia, en la que se decidió expulsar del mismo a los dos miembros mencionados, y finaliza -tras un enorme flash-back- con sus últimas palabras: «intelectuales con cabeza de chorlito».-¿Se puede decir que la Autobiografía de Federico Sánchez es un libro clásico y típico de «memorias»?

-«No exactamente. El libro se presenta como uno de memorias y recuerdos, pero se incluyen algunos capítulos más teóricos, de reflexión sobre diversos problemas del franquismo y del partido. Quiero aclarar también que pese a estar rigurosamente documentado -es decir, nada de lo que en él se afirme será gratuito-, su estructura es literaria. Se trata de la exposición de unos hechos, pero novelándolos. Tiene, a mi juicio, una estructura compleja».

-¿Se puede calificar como un libro anticomunista, al estilo de las memorias de El Campesino?

-«No, no. El libro no está escrito en ningún momento ni bajo ningún concepto con un carácter de revancha o amargura. Es un intento crítico que pretende mostrar la verdad sobre un cierto número de personas y de acontecimientos políticos, pero sin convertirse en un alegato anticomunista, y ello por dos razones evidentes: en primer lugar, porque es tan autocrítico como crítico (no se trata de mostrar una historia en la que yo soy «el bueno» y los demás, «los malos»), y, en segundo lugar debido a que lo que se intenta hacer es un análisis histórico, no sicológico, por tanto la justificación histórica de la labor del partido comunista está siempre presente».

-¿Sería válido el calificar como dogmática la actuación del partido en ese período de tiempo?

-«El período concreto de Federico Sánchez es muy particular y contradictorio: en una primera fase, de 1954 a 1959, que yo considero positiva, se asiste al momento posterior a la muerte de Stalin y se celebra el XX Congreso. Es una fase de liquidación de dogmatismos y apertura hacia las nuevas realidades de España. Este período se cierra hacia el final de los años 50 porque ahí se produce de nuevo un proceso regresivo al estancarse en la Unión Soviética la desestalinización y, en España, en la actividad del partido, al no conseguir un análisis realmente justo de la situación y seguir manteniendo consignas mitológicas como la de la «Huelga general pacífica».

Jorge Semprum tiene previsto entregar el manuscrito a los editores en la segunda mitad de septiembre. Un libro que será polémico sin duda, que citará, con nombres propios, las posturas de los dirigentes del partido comunista, que intentará analizar los aciertos y errores, propios y ajenos, de uno de los partidos políticos clave en la historia reciente de España, y en el que la base central serán sus recuerdos como miembro del Comité Ejecutivo. Si la memoria posee un atractivo específico, al menos desde el punto de vista literario, cuando lo recordado entronca con la lucha política clandestina del partido que postula -al menos teóricamente- la ideología marxista y su praxis, el documento adquiere una especial relevancia.

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