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Griegos y turcos querrían evitar un conflicto armado en el Egeo

El Gabinete griego volvió a celebrar ayer una nueva reunión de urgencia para examinar las medidas que pueden adoptarse en caso de que persista la actitud del buque turco de prospecciones petrolíferas Sistnik 1 de trabajar en aguas de la plataforma continental reivindicadas como propiedad exclusiva por Atenas.En la reunión de urgencia también se trató la solicitud griega de llevar el caso de las aguas jurisdiccionales en el norte del mar Egeo al Consejo de Seguridad de la ONU y al Tribunal Internacional de La Haya.

Cuando el pasado día 9, el Gobierno griego optó por enviar el caso de las aguas en litigio al Tribunal Internacional de La Haya, el primer ministro Caramanlis confesó que era un deseo de su país por evitar toda confrontación armada.

Por su parte, las autoridades de Turquía, no respondieron a la nota de protesta enviada por Grecia el pasado sábado, y tan sólo se comentó que la nota de Atenas no constituía un «ultimatum», lo que a juicio de los periodistas que siguen el tema significa que los dos países desean ante todo que la situación no llegue a provocar un enfrentamiento bélico.

Pero si los Gobiernos de Ankara y Atenas parecen estar decididos a solucionar por vía pacífica, el problema de la plataforma continental, los pueblos de ambos países, en los que ha germinado un exacerbado sentimiento nacionalista, propugnan soluciones más drásticas.

La prensa ateniense no oculta en sus comentarios el deseo de que el problema se solucionase por vía militar, y los partidos de la oposición también han insistido en la intervención militar. Unos y otros basan sus ideas belicistas en la negativa del primer ministro turco, Demirel, a firmar en mayo pasado un pacto de no agresión con Grecia, lo que supone, según los partidarios de la fuerza, los verdaderos sentimientos poco amigables de los turcos.

A pesar de tales propuestas, el Gobierno de Caramanlis sigue actuando con sangre fría, consciente de que la razón legal está de su parte conforme a la Convención de Ginebra de 1958, según la cual Grecia Obtenía el control de la plataforma continental de las islas del Egeo más próximas a la costa de Turquía.

Para Grecia, de las aguas que se disputan ambos Estados, en base a los yacimientos petrolíferos encontrados en el fondo marino, el 35 por 100 son de propiedad helena, mientras que Ankara sólo tiene derecho sobre el 9 por 100.

Mientras tanto, se supone que Grecia y Turquía esperarán las decisiones que adopte la Conferencia del Mar, que se desarrolla en Nueva York, antes de emprender una política peligrosa para la estabilidad del Mediterráneo.

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