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La Diputación de Valencia pide declaración de zona catastrófica

En el pleno que se celebró ayer en la Diputación de Valencia se aprobó la propuesta, presentada por la presidencia con carácter urgente, de adherirse a la Cámara Sindical Agraria y solicitar la declaración de situación catastrófica en toda la zona afectada por las recientes granizadas y pedriscos, zona que comprende las comarcas de la serranía del Turia, el camp de Lliria, la Hoya de Buñol, y desde Chiva a la Ribera.Con tal fin se remitirán solicitudes al gobernador civil que es, en este caso, quien debe iniciar el procedimiento de declaración de daños catastróficos.

Paralelamente a estas gestiones, la Diputación actuará directamente para intentar paliar en lo posible el paro que va a provocar la destrucción de las cosechas, ocupando mano de obra en la construcción y acoplamiento de caminos vecinales. Ya se ha dado el primer paso en esta dirección con el presupuesto concedido a Alcubias, localidad donde de manera más acuciante se hacen sentir los efectos de las violentas perturbaciones climáticas.

A los daños producidos por los pedriscos de estos últimos meses -especialmente los de los días 17, 18 y 26 de julio-, hay que añadir el provocado por el ataque de «mildiu». El hongo ha encontrado condiciones óptimas para su proliferación -lluvia y altas temperaturas-, y ha invadido los viñedos. Sólo en la comarca de Requena-Utiel, la epidemia cubre una extensión de 41.600 hectáreas, calculándose unas pérdidas de 1.200 millones de pesetas. Se llega a temer incluso la pérdida de la cosecha.

Aunque no se sabe todavía cuál es el volumen total de la catástrofe traducido a pesetas, se adelantan estimaciones aproximativas del orden de mil millones.

Ante la gravedad de la situación, el presidente de la Diputación, señor Carru, manifestó ayer que la corporación provincial se identificaba con el problema agrícola y que dentro de sus posibilidades, pondría medios y actitudes paya contribuir a solucionarlo.

Los agricultores son conscientes, y así lo han expresado a través de la Hermandad, de que sólo una acertada y coherente política agraria, y la plena integración en la CEE, podrá dar respuesta al reto que representa salvar el campo valenciano.

A raíz de estos últimos aconte cimientos, la oposición sindical, representada por los delegados elegidos en las asambleas han insistido en la necesidad de un auténtico sindicato independiente, democrático y representativo; un estatuto de autonomía que permita a los valencianos solventar sus problemas, y la organización de una manifestación autorizada

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