Protestas en Alemania Federal por el incidente fronterizo con la RDA
Nuevo incidente fronterizo entre las dos Alemanias. Guenter Gaus, representante permanente de la República Federal de Alemania, ha protestado el domingo enérgicamente contra el más reciente «incidente fronterizo» entre las dos Alemanias, cuya víctima fue un veraneante hamburgués, Willi Bubbers, herido de gravedad en territorio de la RDA fronterizo, por disparos de la policía de frontera de Alemania Oriental. Parece cierto que Willi Bubbers se había adentrado algunos metros en territorio de la RDA. El trazado de la frontera es en aquella parte, la zona de Ratzeburgo, muy sinuoso. A causa de la vegetación y del hecho de que la alambrada de espino, que separa a los Estados, está situada a bastantes metros de la frontera, ya en territorio de la RDA, tales «incidentes» son casi lógicos. Son, hasta cierto punto, imposibles de evitar. Aunque la víctima cometiera un acto de imprudencia temeraria, salta a la vista la extrema «desproporción de los medios utilizados por los policías de Alemania Oriental».Así, por lo menos, en opinión de las autoridades de la República Federal de Alemania, según declaró el portavoz del Gobierno federal, Klaus Boelling, la situación a lo largo de la frontera entre ambos Estados alemanes, se ha hecho ya «insoportable». El Berlín Oriental afirma que el veraneante hamburgués había provocado a los vigilantes de la frontera con insultos, negándose a abandonar el territorio de la RDA a pesar de habérsele indicado con reiteración que había penetrado en Alemania Oriental. Un testigo del hecho, sin embargo, refuta las afirmaciones del Berlín Oriental, insistiendo en que «no había oído frases provocadoras por parte de Bubbers contra los policías de Alemania Oriental». La prensa alemana condena sin excepción el hecho con frases duras. La oposición cristianodemócrata, siguiendo su línea habitual, ha pedido medidas de represalia contra Alemania Oriental. Por ejemplo, se ofrece la posibilidad de negarle a la RDA un crédito de 850 millones de marcos (más de 22.000 millones de pesetas).
El presidente de la comisión interalemana, el cristianodemócrata, Von Wrangel, dijo que el «incidente demostraba que la RDA no se atenía ni a la Carta de las Naciones Unidas, ni al tratado básico entre las dos alemanias, ni al Acta Final de Heisinki». Von Wrangel insistió en que se trataba de un acto de «terrorismo» cometido por un Estado. Según el ministro federal de Asuntos Exteriores, Hans-Dietrich Genscher, las Naciones Unidas debían de tomar más en serio «el gran tema de los derechos humanos». Para ello sería necesaria la creación de una institución con poder de juicio objetivo.
En opinión del ministro alemán, presidente del Partido Liberal y vicecanciller, las instalaciones de disparo automáticas, montadas por la RDA a lo largo de su frontera con la RFA, representan un «caso clásico de lesión de los derechos humanos».
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