El Centro de Estudios del Colegio de Arquitectos de Andalucía y Badajoz, contra "La Corta de la Cartuja"

El Centro de Estudios y Servicios (CEYS) del Colegio de Arquitectos de Andalucía Occidental y Badajoz ha hecho pública su respuesta a los planteamientos de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir sobre el tema de La Corte de la Cartuja. La Confederación Hidrográfica y la Delegación de la Vivienda, han sido los únicos organismos oficiales que han contestado a las múltiples censuras ciudadanas hacia esta obra.

La movilización de vecinos en la ciudad empezó con la inauguración, el 21 de junio, de una exposición-informe del CEYS sobre este problema. Una costosísima construcción hidráulica, pensada inicialmente para evitar los desbordamientos que salvará una curva del río (el meandro de San Jerónimo), en el costado oeste de la ciudad, incorporando a ésta 1.130 hectáreas de terrenos sobre los que se podrían construir hasta 75.000 viviendas, con una población de 300.000 habitantes. El informe del CEYS resalta los 1.600 millones que está costando a la Administración la obra misma y las expropiaciones de terrenos, así como la poca salubridad de la zona para su habitabilidad, las dificultades y el costo elevado de la construcción en aquellos terrenos, la necesidad de la ciudad de un gran parque forestal, y la capacidad más que suficiente del actual perímetro urbano para acoger a la población prevista en Sevilla dentro de un siglo sin necesidad de hacer gastos de equipamiento urbano en terrenos nuevos.

Comunicados de las asociaciones

La confederación de asociaciones de vecinos redactó un comunicado, en el que pedía que ya que no se podían parar las obras (llevan varios meses), por lo menos que no se cegara el río y que se dedicara el lugar a espacimiento, convirtiendo los terrenos en parque forestal utilizando el río construyendo centros recreativos de uso público. Actualmente todos los centros deportivos de la orilla del río en Sevilla son privados.Hace una semana se inauguró una exposición preparada por un grupo de pintores, utilizando como tema el lugar. Esta exposición irá rotando por todos los barrios de la ciudad, en donde se están dando charlas informativas acerca del problema, ilustradas con diapositivas que ha venido realizando un equipo de cinco fotógrafos.

Todo este movimiento de vecinos, artistas, intelectuales y técnicos, reflejado constantemente en la prensa, ha sido el motivo de las dos intervenciones públicas oficiales. Se ha dado el dato de que la operación puede producir un beneficio de 20.000 millones de pesetas. La Delegación de Vivienda decía en su nota que todavía no habían salido las informaciones públicas de los planes parciales, y no se podía decir que se iba a construir en la zona. A esto, los hombres del CEYS responden que existe una resolución de octubre del 73, por la que se declaró zona edificable, y en cuanto a la información pública que precisamente se ha hecho la exposición en esta época para llamar la atención sobre el problema antes de que salga el plan parcial a información: «Porque el Ayuntamiento sevillano -dicen- casi siempre informa a los vecinos en temas urbanísticos conflictivos, cuando están de vacaciones».

Detallado informe de CEYS

El escrito de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir habla de «cantidad de inexactitudes en el trabajo presentado por los arquitectos del CEYS». Estos han contestado con un detallado informe de ocho folios, en el que se alegran de que la Confederación intervenga en el debate público, ya que «en una buena práctica democrática tendría que haber sido la propia Confederación y no el CEYS quien hubiera montado la exposición sobre el tema». El CEYS añade que el costo de La Corta de la Cartuja es casi el doble del presupuesto anual de la Confederación Hidrográfica, y analiza la envergadura económica de la operación y su baja rentabilidad social en comparación con otras obras que se podrían haber realizado con esos fondos, como pantanos aguas arriba, que habrían resuelto igualmente el problema de las riadas y a la vez habrían producido beneficios para grandes zonas de la región, suministrando agua potable, energía eléctrica no contaminante y riegos.La Confederación decía en su nota que «no es cierto que la obra hidráulica de La Corta de la Cartuja tenga como objetivo apoyar la especulación de terrenos, ni tampoco es cierto que la expropiación realizada por el Ministerio de Vivienda haya considerado los terrenos como urbanizables, pues se han expropiado como rústicos». La respuesta del CEYS es citar dos decretos de los años 70 y 71, que demuestran que los terrenos fueron expropiados como suelo de reserva urbana, y que si la Administración ahora los «urbaniza y los vende en concurso subasta, con una alta edificabilidad como está previsto, está de hecho interviniendo en el proceso de especulación del suelo». El CEYS insiste en calificar la operación de corta y posterior ciegue del río como «uno de los más inútiles y salvajes atentados que puedan darse contra la cultura de un pueblo, al negarle sus referencias históricas». El escrito de los arquitectos termina solicitando una exhaustiva información a la opinión pública andaluza sobre el debatido proyecto.