Repulsa de los grupos de la oposición

De sorpresa ha sido, en términos generales, la reacción de la opinión pública gallega ante los atentados ocurridos en Vigo y El Ferrol. Tanto en una como en otra ciudad, las fuentes consultadas por EL PAÍS coincidieron en la repulsa absoluta hacia las bombas que hicieron saltar por los aires una parte de la Casa Sindical viguesa y el monumento a los caídos en El Ferrol.En Vigo, la práctica totalidad de la oposición (CCOO, USO, UGT, SOG, FSG (PSOE), MCG, PCG, PGSD, PSG, PT, y UPG) emitió un comunicado conjunto en el que se habla de «acto terrorista contra la clase obrera y la convivencia pacífica ciudadana que es propio del estilo de los grupos organizados de extrema derecha, con el fin de imponer la violencia fascista que las fuerzas de la oposición, la clase obrera y el pueblo rechazan enérgicamente». Al poco tiempo de ser emitido este comunicado por las antenas de Radio Popular de Vigo, una voz anónima amenazó con poner una bomba en la emisora. El comunicante llamó hijos de puta y cabrones a los responsables de la emisión y dijo que, por haber atribuido a la extrema derecha el atentado, no tardaría la propia radio en sufrir las consecuencias. Otras amenazas de bomba serían dirigidas más tarde a otros lugares, como la Delegación de Hacienda.En lo que respecta a El Ferrol, no ha sido de menor repulsa la reacción pública. La Alcaldía de la ciudad condenó el atentado sufrido por el monumento a los caídos, en la plaza del Marqués del Amboage, a las cuatro de la madrugada del domingo, calificándolo como «acto de irracional y criminal violencia».

Por otra parte, los ocho grupos políticos y sindicales que integran A Táboa Democrática de Galicia suscribieron una declaración en la que se dice que «el atentado se pretende atribuir a un grupo de izquierdas que no existe como un hecho para involucrar en él a toda la oposición democrática». Al igual que el comunicado emitido en Vigo, en este caso se pide también que se investiguen las responsabilidades y que se persiga con todo rigor y uraencia a los autores de los atentados,

La versión de que podría tratarse de la extrema izquierda se sitúa, efectivamente, en la aparición de algunas octavillas en el barrio de Caranza, cercanías de la factoría Astano, en las que el denominado Grupo de Resistencia Antifascista 1.º de Octubre se atribuía la voladura del monumento y decía que «ha comenzado la lucha para conseguir la eliminación del Ejército, la Policía y las leyes e instituciones fascistas». Los sectores de opinión consultados por este diario acerca de las posibles características del citado grupo, pusieron en duda su propia existencia y, en todo caso, se mostraron ignorantes de su naturaleza.

Sin más supuesta relación que la coincidencia en el tiempo, en El Ferrol también hicieron acto de presencia octavillas firmadas por Falange Joven-Escuadrones Juveniles FE JONS, en las que se aludía al actual Gabinete ministerial llamándole Gobierno de enanos al mismo tiempo que se citaba a Fraga y a Arellza con los términos de glotón Y mendigo, respectivamente.