El director adjunto del FBI, cesado de su cargo
Las actividades ilegales de la CIA y el FBI, las dos organizaciones de inteligencia más conocidas de los Estados Unidos, vuelven a acaparar el interés de la opinión pública. El viernes pasado, el director adjunto del FBI fue cesado a consecuencia, aparentemente, de las operaciones Ilegales llevadas a cabo en los últimos años por agentes de la Oficina Federal. Y también, el viernes, el director de la CIA reconoció que sus agentes espiaron a ciudadanos norteamericanos en el extranjero.El director de la Oficina Federal de Investigación (FBI), Clarence Kelley, apartó de su cargo a su más inmediato colaborador, el director adjunto del FBI, Nicholas Callahan, un veterano con cuarenta años de experiencia en la organización. Esta es la primera medida tomada por el director del FBI desde que, hace unos meses, se iniciaran investigaciones en el Departamento de Justicia sobre entradas clandestinas en domicilios particulares y aceptación de sobornos por parte de los agentes del FBI.
Oficialmente, no se imputó a Nicholas Callahan ningún cargo,ni ninguna complicidad con estas actividades ilegales, pero el repentino cese de un tan alto cargo de la Oficina, Federal que, además, estaba cercano a la jubilación -Callahan cuenta sesenta y dos años-, no puede por menos de relacionarse con las investigaciones sobre actos criminales cometidos en el seno del FBI. Por otra parte, en las revelaciones hechas hace unos meses por el diario Washington Post acerca de la corrupción de varios altos funcionarios de la Oficina Federal, Callahan era uno de los principales implicados.Callahan fue nombrado director adjunto del F131 por el actual director de la Oficina Federal, Clarence Kelley, que lleva tres años al frente de la misma. El nombramiento de Callahan fue muy criticado por log que consideraban que era un hombre demasiado vinculado a los tiempos de Edgar Hoover, quien fue el dueño absoluto de la organización durante treinta años.
Vigilancia y espionaje de los americanos
Por otra parte, la Agencia Central de Inteligencia (CIA) reconoció el viernes, por primera vez, que desarrolló actividades de vigilancia y espionaje de ciudadanos norteamericanos en el extranjero. La revelación fue hecha por el propio director de la CIA, George Bush, en declara_ ción jurada que prestó en un juicio seguido a consecuencia de la denuncia presentada por el Partido Socialista de los Trabajadores, de ideología troskista, que demandó a la CIA y al FBI y pidió 37 millones de dólares en concepto de daños y perjuicios por los allanamientos de sus locales y la vigilancia de que fueron objeto sus miembros por parte de estas agencias federales.En la declaración de Bush se reconoce que la CIA vigiló estrechamente los movimientos por Europa del líder del Partido Socialista de los Trabajadores, y candidato a la Presidencia, Peter Camejo, durante los años 1971 a 1974.
El director de la CIA solicitó que se respeten las fuentes y métodos de la agencia, dadas sus actividades de inteligencia que, de revelarse, podrían dañar las relaciones con algunos países extranjeros y exponer a riesgos innecesarios a los agentes de la CIA.
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