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Tribuna:DIARIO DE UN SNOB
Tribuna
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La "ostpolitik"

El nuevo Gobierno español se ha lanzado a la ostpolitik para darse a conocer en el mundo. Claro que primero tendría que hacer un poco de ostpolitik en España para darse a conocer al personal. Pero don Marcelino Oreja ha estado en Viena, y ahí le quería yo ver, en el corazón diplomático y decadente de la Europa liberal, aunque ya no tanto. Dice que a don Marcelino no se le vio en ningún momento la oreja.Como la ospolitik es una especie de cama redonda de la política, no sé yo si en la Editorial Católica estarán preparados, pero el presidente Ford, por su parte, ha felicitado al presidente Suárez, que a Ford y su perro Snoopy también les gusta hacer ostpolitik cuando papá Kissinger está distraido leyendo el Ya.

Don Juan y don Juan Carlos tuvieron dos o tres horas de ostpolitik familiar en la clínica barcelonesa donde se encontraba el Conde. Y los de las pancartas siguen con el bulle-bulle de la amnistía. Ya saben ustedes que el párrafo referido a la amnistía fue el que le censuraron al presidente Suárez en Prado del Rey. El, que prácticamente les había enseñado a censurar a los chicos de la tele, y, les había sacado de la nada como si dijéramos.

-¿Está usted seguro de que el corte a Suárez fue en Prado del Rey?

-No, claro, ya sé que fue cosa de la osipolitik interior. Pero es que yo soy apolítico. No me meto nunca en ostpolitik.

Comprenderán ustedes que un presidente que nace censurado por más altas instancias, es ya un presidente raté.

-Eso de las altas instancias le ha quedado a usted muy bien. Pero lo ha estropeado después un poco con el galicismo final.

-Ya saben ustedes que en España, cuando usamos un galicismo, es por no usar algo peor.

Hay cosas que sólo se pueden decir en francés. Nuestro idioma mesetario, recio, imperial, nuestro latín estropeado, nuestro castellano, es que no se presta.

-¿Y cómo puede dar la amnistía un presidente al que le tachan la palabra amnistía?

-Eso mismo me pregunto yo, jefe. Misterios de la ostpolitik.

-Usted es un cachondo y un día le van a dar una ostpolitik.

También tiene razón la voz anónima del pueblo y de la sangre, así que me fui a la verbena de Vallecas, que era la kermés del Carmen, y allí elegirnos a la miss del barrio. O sea la Carmen de Vallecas, para ser más autóctonos. Estaba también Carmen Platero en el jurado. Entre miss y miss, hablamos de lo que está pasando, y Carmen, que es como la Nardo de Ramón, pero en más Fortunata y Jacinta, me dice que a ella la ostpolitik se la refanfinfla.

Vallecas, suburbio, subdesarrollo, desmonte, verbena, Baroja, estereofonía, tenientes de alcalde, tormenta, el guapo mujerío de diecisiete años, unas mozas asilvestradamente buenorras, y en la noche de los tiempos y de la kermés, esa Ramona de moda que tanto me recuerda la Pelona del año del hambre. Buena gente, pueblo vivo, bella noche ronca. Aquí no llega la ostpolitik del sistema. Están como estaban. Alegres e irredentos. Hace poco vinieron a verles Arespacochaga y Robles Piquer. Pero Robles se ha ido con la fuga de demócratas, y Arespacochaga tiene el helicóptero en reparaciones, de modo que no pudo venir a la kermés, el hombre.

De momento estamos como con los otros. Mucha ostpolitik por fuera y poca amnistía por dentro. Pero lo uno va con lo otro, o sea, que ellos verán. El Consejo del Reino anda reunido para proveer las vacantes de Garcia Lomas y De la Mata. Cuando se busca un consejero nacional es como cuando se busca un académico de la Lengua. Pero en la Academia han conseguido que salga ya casi siempre un liberal de los que le enternecen a Tierno. En el Consejo lo mismo, sólo que a la viceversa. Y si no, ya lo verán.

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