Universidad en Alcalá
Ante la demora en la promulgación del decreto de creación de las facultades que imparten las disciplinas correspondientes en el campus alcalaíno, y considerando la inexistencia de presupuesto para las mismas que condiciona dramáticamente la calidad de la enseñanza impartida (a través de una precariedad de medios que se traduce en ausencia de laboratorios y otras instalaciones docentes imprescindibles), acaso sería hora de preguntarse si no sólo debería dimitir la corporación complutense en pleno sino todos los universitarios y ciudadanos que sientan un mínimo de preocupación por los problemas de la educación en este país.Lamentablemente, y remedando a Larra, aún «estudiar en España es llorar...»
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