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Crítica:
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Ciencia ficción en la Unión Soviética

Considero de especial interés la aparición en nuestros país de la novela La nebulosa de Andrómeda (no equivocar con la Amenaza de Andrómeda, de Michael Crichton. Editorial Bruguera), de la que es autor Iván Efremov, enjuiciado como uno de los más importantes autores de ciencia ficción rusa, aunque ensayistas como Kingsley Amis o Patrick Moore no le hayan dedicado ni una línea en sus trabajos acerca de este género literario; sospecho que ello es debido a una completa ignorancia de la ficción científica de la Unión Soviética, que por allá se llama Prilunchenchesko Fantasticheskaya Literatura, más nombrada para abreviar por la sigla PFL.En Rusia, la ciencia ficción, que cuenta con más de doscientos escritores especializados en el género, es muy leída; tanto que, la impresión de cualquier libro de ficción científica es normal que alcance, en su primera edición, los cuarenta mil ejemplares. Iván Efremov es uno de los autores que goza de mayor popularidad, junto con Alexander Beljaev (La guerra en el éter, El generador milagroso...) o Alexander Kazancev (Una carretera en la Luna, La isla en llamas...), los tres ya considerados como clásicos. Es más, Ivan Efremov, para Jacques Bergier, por ejemplo, es un maestro de la ciencia ficción.

La nebulosa de Andrómeda, de Iván Efremov

Editorial Planeta. Barcelona, 1975 373 páginas.

La publicación de La nebulosa de Andrómeda en nuestro país nos ofrece la oportunidad, aparte de hacer un comentario sobre la novela, en la que se trata de un posible futuro de la humanidad, de realizar una breve historia de la ciencia ficción rusa, que apenas es conocida entre nosotros pese a algunos esfuerzos llevados a cabo última, mente.

La ciencia ficción en Rusia, antes de Iván Efremov, tuvo nombres tan ilustres como el de Aleksej Tolstoj, autor de Aelita, en la que se nos narra un viaje a Marte a bordo de un cohete, y La hipérbola del ingeniero Garin, en la que nos habla de la fabricación de un rayo de fuego. De aquella primera época, muy dada a la ciencia y a la tecnología, preocupada en dar a todo verosimilitud, cabe destacar también a autores como Valentín Kataev (Tiempo adelante), G. Bulgarov (Los huevos malditos), K. Ciolkovskij y Obrucev. Al final de la considerada por Jacques Bergier como edad heroica- aparece Alexander Beljaev, que nos ha dejado más de cuarenta novelas y un centenar de cuentos. Como anéctoda recordaré que el ingeniero Constantino Tziolkovski, a quien se le considera-como el verdadero padre de la astronáutica, publicaría en 1895 su obra Los sueños del Cielo y de la Tierra, en la que se anticiparía la exploración del Universo por medio de aparatos de reacción.

Efremov

Iván Efremov, paleontólogo, nacido en 1907. La ciencia ficción rusa alcanza con él una de sus cotas más altas en cuanto a la calidad literaria. Y también, por qué no, su máxima popularidad fuera de las fronteras de la Unión Soviética. En 1941, Efremov publica un relato titulado El camino de diamantes. Siguiendo su relato, se llevaron a cabo varias expediciones científicas a Siberia, donde efectivamente se encontrarían yacimientos de diamantes. No obstante, sus creaciones más conocidas son Naves de estrellas, La nebulosa de Andrómeda y El corazón de la serpiente. Esta última, para Robert P. Milch, es la respuesta comunista a Primer contacto, de Murray Leinster, que también opina de Efremov: «Es otro escritor más interesado en las cuestiones filosóficas y psicológicas que en la tecnología, y tiene el don de ser capaz de explicar asuntos científicos complicados en lenguaje simple. Canta en sus libros las alabanzas del comunismo y de la visión comunista del futuro, tendencia que lo convierte en un autor de PFL más adaptado a la norma y que lo hace agradable a la Unión de Escritores y al Partido Comunista». (Rev. Nueva Dimensión Núm. 3). No obstante, no todos opinan de igual manera. Y a los hechos nos remitimos. Porque La nebulosa de Andrómeda fue duramente atacada por gran parte de la prensa soviética, y de una forma muy especial por el Periódico Industrial y Económico. En la novela se nos habla de un futuro muy lejano, tanto que ya se han olvidado de nombres como el de Marx y el de Lenin. En cambio, recuerdan a los dioses griegos, símbolo de la belleza. He aquí la razón de las violentas críticas que padeció Efremov.En Naves de estrellas, debido a que una galaxia atraviesa la nuestra, unos seres extraterrestres llegan a la Tierra, cuando el hombre, aún no existía en ella, en la época de los gigantescos reptiles. Dejan una plancha de metal en la que está incisa su imagen. Esta plancha será descubierta en época actual. Estudiada por unos científicos, acaban sabiendo de que la Tierra, en otros tiempos fue visitada por seres procedentes de otro mundo. Aquí queda patente la prueba de que no estamos, solos en el Universo. Naves de estrellas, en líneas generales, podemos considerarla como el anticipo de La nebulosa de Andrómeda cuando los sputniks dice de ésta: «No había aparecido aún por primera vez La nebulosa de Andrómeda cuando los Sputniks soviéticos empezaban ya su vuelo impetuoso alrededor de nuestro planeta. Ante este hecho irrefutable, se puede constatar con alegría que las ideas fundamentales de la novela son verídicas.

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