Los franceses afirman que descubrieron la "máquina de códigos" de Hitler
La semana pasada se consumó un nuevo asalto en el combate que parecen haber entablado, desde hace unos años, los servicios de inteligencia de la Europa occidental en relación con las actividades des de espionaje desarrolladas durante la segunda guerra mundial. Esta vez han sido los franceses los que han dado el último golpe, al afirmar que han sido sus servicios los que descubrieron la existencia de la máquina de códigos del Alto Estado Mayor germano. Se espera una pronta reacción por parte inglesa.
El asunto vuelve a trata acerca de Enigma, la máquina de códigos del Alto Estado Mayor germano. Hasta hace una semana, los ingleses habían aireado que se debía única mente a ellos el haber conseguido una versión computarizada de esta máquina, gracias a la cual se pudieron descifrar todos los mensajes alemanes de la última etapa bélica.Pero el pasado día 26, el coronel Paul Paillol, jefe del servicio de contraespionaje francés, declaró en una entrevista al Sunday Times que Francia había descubierto la existencia de Enigma en 1931, es decir, ocho años antes de que los británicos empezaran a usarla,
El coronel Paillol afirmó que los ingleses se habían a reconocer el descubrimiento del servicio de inteligencia francés, y que sólo había logrado los diseños técnicos, y posteriormente el modelo en marcha, gracias a los altamente eficientes servicios secretos polacos.
En su entrevista, Paillol hace un relato de cómo fue descubierta la existencia de Enigma y quién fue su descubridor. Según el coronel francés, un agente alemán conocido por Asche -«un playboy con gustos caros, que espiaba por dinero»- que trabajaba desde 1930 para el Deuxiéme Bureau, pasó toda la información sobre la máquina a los galos. Este agente, que se llamaba Hans-Thilo Schmidt, llegó a trabajar en el departamento de mensajes cifrados y, posteriormente, en el cuartel general de investigación científica, donde llegó a tener un cargo influyente.
Paillol admite que los franceses colaboraron con los polacos «porque necesitábamos encontrar el lugar donde se estaba construyendo la máquina». Gracias a ellos, el servicio francés pudo construir una máquina en 1941 en el cuartel general del Deuxiéme Bureau, cerca de Uzes. No acepta, pues, la versión inglesa de que fueron los británicos, los que consiguieron desarrollar la máquina hasta la perfección gracias a los expertos ingleses.
La versión del coronel Paillol contradice no sólo a los ingleses, sino también a los polacos, que han afirmado a través de diversos documentos y entrevistas, que en 1934 empezaron a construir ya unas rudimentarias Enigmas que, más tarde, fueron perfeccionadas y presentadas a ingleses y franceses en julio de 1939 en Varsovia. Los polacos tenían dedicados a esta labor de interceptación de mensajes a tres importantes matemáticos -Marian Rejewski, Henryk Zygalski y Jerzy Rozyki.
El coronel Paillol dijo que él había decidido por fin hablar, en parte para poner las cosas en su sitio y en parte para atender a la última petición de su gran amigo, el comandante Gustave Bertrand, muerto hace un mes. «Bertrand -dijo- fue el hombre enlace con Asche desde el principio hasta el fin».
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