Un retrato político de la España actual
El 5 de noviembre de 1975 se terminó de imprimir en París un libro titulado Aprés Franco, l'Espagne (Ed. Stock), del que era autor Ramón Chao, uno de los periodistas mejor preparados del exilio intelectual español, jefe de los programas en lengua castellana de Radio France y corresponsal en París del semanario Triunfo. El libro se abría con un interesantísimo prólogo del profesor socialista Enrique Tierno y era algo así como un vademécum de las corrientes políticas españolas, un retrato de sus principales Iíderes (así como entrevistas con ellos), y un extracto de los puntos programáticos de los partidos.Estaban allí reflejados los puntos de vista de la derecha civilizada, todavía no demasiado organizada, de los principales partidos de oposición, de la Junta Democrática y de la Plataforma de Convergencia y de las llamadas nacionalidades (Euzkadi, Catalunya, Galiza, Andalucía, lslas Canarias y País Valenciano).
Después de Franco, España,
de Ramón Chao. Madrid. Ediciones Felmar. Colección «Punto Crítico.1976. 450 páginas.
Como era de esperar el libro obtuvo gran éxito. Un éxito inmediato y fascinante, ya que la mayoría de sus compradores, -y lectores- eran españoles, además algunos hispanólogos franceses. Una vez más se demostró que para enterarse de lo que pasaba en nuestro dolorido país había que ir a Francia o comprar Le Monde. Ni que decir tiene que el libro de Chao no entró en España o si pudo pasar fue clandestinamente, gracias a ese fabuloso mercado negro del libro que llenó nuestra adolescencia.
Cuando el libro apareció en Francia no se habían producido todavía Ios acontecimientos decisivos que convirtieron aquel fin de mes en el más importante de las últimas décadas. Chao tuvo que trabajar en la elaboración de su libro francés como un topo o un minero, entre la oscuridad y el secreto, a través de los largos corredores de aquella longa noite de pedra (larga noche, de piedra).
Después de muchas idas y vueltas, consultas en despachos oficales y oficiosos, sale la versión española de Después de Franco, España. Chao, que es galaico puntilloso, trabajador, sereno y honesto, ha tenido que atravesar el purgatorio del postfranquismo, para, al fin, encotrarse con su libro en la calle. Pero antes de darlo a la imprenta lo revisó a fondo, corrigió algunas inexactitudes señaladas por los protagonistas políticos o por sus amigos (y yo, modestamente, entre ellos). En suma, actualizó, enriqueció, tachó y añadió. El resultado es un libro sobrio, estricto, completísmo e... imprescindible.
La reconversión castellana del libro no ha sido, según reconoce el autor, demasiado trabajosa, porque «las cosas, en el fondo, no han cambiado tanto como para obligarnos a modificaciones sustanciales: los exiliados siguen en el extranjero; los presos en las cárceles, la derecha en el poder (aunque luche ahora contra la extrema derecha), y la oposición, en la ilegalidad ». Todo ello justifica por qué el profesor Tierno Galván decidió no modificar el prólogo que había escrito en septiembre de 1975 y que sirvió para la edición francesa.
Entro los añadidos notables a la edición castellana de este libro conviene destacar los capítulos dedicados a la extrema derecha y a la extrema izquierda, así como las referencias a los acontecimientos más importantes producidos desde la muerte de Franco: la ascensión y la primacía de Fraga, la cración de diversas estructuras unitarias en Euzkadi, Galiza y Catalunya, los intentos de federación de los socialismos ibéricos, etc. Hay que destacar, pro ejemplo, también cómo en el libro se incluyen entrevistas con líderes o personalidades que no figuraban en la anterior edición. Es el caso del interesantísimo diálogo mantenido por Chao con Santiago Alvarez, secretario general del Partido Comunista de Galicia. Este diálogo se desarrolla en gallego, así como las declaraciones de líderes catalanes o valencianos, que son recogidas en catalán.
Aunque las cosas, en el fondo, no hayan cambiado mucho, como dice Chao, en las formas, el cambio parece evidente. Esto hace que el libro que comento sea, sobre todo, un hito, una señal no definitiva. La realidad política española es dinámica, pese a lo obstáculos de los ultras y la intransigencia de los nostálgincos. Por eso el libro de Chao, siendo actual. no recoge alguna modificaciones de cierta importancia producidas en el panorama político español. Lo que, lejos de restale valor, lo otorga mayor perennidad.
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