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Vista Alegre

Una novillada indecorosa

La máxima responsabilidad en una corrida de toros la tiene el presidente, que es, por definición, árbitro que dirige la marcha de la lidia y refrenda los resultados que el público pide. También es responsable de que los animales que salten al ruedo tengan el trapío debido. Pues bien, el presidente de esta tarde ha dejado pasar tres novillos que por pequeños y débiles de *reinos no eran aptos para ser lidiados. Basta con decir que entre los cinco primeros novillos apenas han tomado cinco varas. Para colmo, ha concedido una oreja que sólo pedían los amigos del espada. Los pocos aficionados asistentes a la. novillada de Vista Alegre se acordaban una y otra vez- de lo ocurrido en Toledo el pasado jueves. Es díficil encontrar una novillada más indecorosa, con menos trapío y fuerza. Con mucha benevolencia salvamos al sexto, que tenía un poco más de presencia repitió Luis Miguel Moro, que como casi todos los toreras de hoy día no sabe manejar el capote. Con la muleta insistió en un toreo muy ventajista pero hay que destacar al menos su buena voluntad. Con la espada, aunque fácil, no estuvo tan certero como el domingo pasado.José Salazar se embarulló con el capote al torear por faroles rodilla en tierra. Luego, con la muleta, a pesar de la poca entidad de sus novillos, no evidenció gran cosa; muy nervioso y codillero, trató de emular un tremendismo absurdo.

El domingo, en Vista Alegre, se lidiaron seis novillos de Julio Garrido para Luis Miguel Moro y los debutantes José Salazar y José Luis Villaverde

Luis Miguel Moro, faena anodina y encimista. Estocada atravesada y otra delantera (algunas palmas). En el cuarto, tranquilo y voluntarioso. Estocada tendida (oreja). José Salazar, faena a media altura para sostener al inválido. Estocada delantera (vuelta por su, cuenta). En el quinto, nada de relieve. Mató de tres pinchazos y estocada trasera (silencio). José Luis Villaverde, faena deslucida. Pinchazo y estocada delantera con copioso derrame (algunas palmas). Con el sexto, muy voluntarioso. Estocada atravesada, tres pinchazos y tres descabellos (un aviso y palmas). Presidió el señor Mantecón, tan mal como siempre.

José Luis Villaverde, también debutante, muy pequeño de estatura, no hizo nada de relieve con el capote. Movió mucho los pies al torear de muleta y a fuerza de insistir sacó al sexto algún muletazo vistoso sobre la mano izquierda.

El sexto novillo arrolló espectacularmeñte de salida al peón Julio Molina, que se recuperó sin mayores males

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