Los minusválidos se manifiestan

Los minusválidos quieren salir del cerco invisible pero denso en que se hallan inmersos y piden una adecuación del entorno a sus características físicas. La adecuación de las viviendas, las calles y los transportes les son vitales. Quieren integrarse en la sociedad; y no en una sociedad abstracta, sino en la que les ha tocado vivir.

Un grupo de minusválidos de Barcelona se manifestó ayer frente al Ayuntamiento de la ciudad con pancartas en las que pedía transportes públicos adecuados y rampas. El pasado día 5, en la estación de metro de Sol, de Madrid, una veintena de disminuidos físicos hacían pintadas de Abajo las escaleras y Metro adaptado a los minusválidos. La Policía Armada les disolvió porque interrumpían el paso y les dijo que había sido avisada por los empleados del Metro.Aunque la conferencia Minusval- 74, celebrada en enero de hace dos años, trató diferentes aspectos del problema de los minusválidos y provocó que en el Consejo de Ministros del 8 de febrero se acordara constituir una ponencia especial de estudio bajo la presidencia del propio ministro, la integración social de los disminuidos físicos y psíquicos en España tiene aún mucho camino que recorrer, aunque hay diversos organismos interesados en el tema.

Angel de Diego, de la Asociación de Minusválidos Españoles, explicaba a EL PAIS las incidencias de esa falta de integración en un proyecto de ese organismo: la puesta en funcionamiento de un colegio mixto de integración en Alcorcón, para el que el Ayuntamiento de la localidad ha cedido un local. El colegio acogerá a normales y disminuidos, porque, según Angel de Diego, si un minusválido va a centros de educación especial, a los 14 años, cuando se asoma a su alrededor, ni comprende la sociedad ni la sociedad le comprende a él.

El SEREM, organismo que hasta el momento ha canalizado gran parte de las iniciativas en pro de la integración de los minusválidos, ampara tan sólo a partir de la edad laboral, pero el niño empieza por tener problemas a causa de su estado muy pronto y se enfrenta con que, para su educación, no hay aulas adecuadas, los escalones son un obstáculo importante, etc. Los problemas de los adultos disminuidos se multiplican en la edad infantil.

Un grupo de estos disminuidos ha creado la asociación Minusválidos Unidos, que pretende llevar sus planteamientos de integración social más allá del puro esparcimiento, meta de la mayoría dé estos grupos. Este grupo ha creado una plataforma reivindicativa que consideran mínima, pero que puede iniciar el camino de hacerles más fácil la convivencia social.

En el plano de la vivienda, los minusválidos piden un 10 por 100 de viviendas adaptadas para ellos, tanto en las estatales como protegidas o privadas, sometidas a inspecciones temporales hechas por minusválidos. También solicitan la adapción de edificios públicos como hospitales, centros de enseñanza, cines, teatros y bibliotecas. También piden la adaptación inmediata de calles, cabinas telefónicas, aceras, pasos subterráneos y semáforos.

Uno de los aspectos que consideran de más urgente adaptación es el transporte: Los minusválidos piden colocación de ascensores para bajar las sillas a los andenes del Metro, rampas, adaptación de tres autobuses de cada cinco en las líneas más importantes, con horarios fijos y vagones, servicios y asientos abatibles en los trenes.

Los disminuidos fíicos solicitan que se revise por la Inspección de Trabajo el 2 por 100 de minusválidos que, obligatoriamente, han detener todas las empresas con más de 50 empleados y el 75 por 100 de trabajadores minusválidos que, -obligatoriamente, debe haber en las entidades gestoras y servicios comunes de la Seguridad Social. Además piden que se aumente el grado de minusvalía necesario para entrar en una empresa y que los talleres protegidos entren en la legislación laboral normal, así como su inclusión inmediata en la Seguridad Social.

Junto a la admisión obligatoria de los minusválidos en centros de enseñanza oficiales y privados, y la creación de puestos escolares especializados, los disminuidos físicos solicitan participar en las gestiones de sus propios problemas, «sin olvidar tampoco nuestra inclusión en la problemática general del país. »