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Alemania Federal y Polonia establecen un nuevo tipo de relaciones

Concluyeron ayer en Bonn las conversaciones entre el primer secretario del Partido Comunista polaco, Edward Gierek, en visita oficial a la República Federal Alemana, y sus interlocutores germanos. Al final de la visita, durante la cual se firmaron un convenio cultural y otro de cooperación económica, las dos partes la consideraron muy positiva para una total normalización de las relaciones germano-polacas.

Durante tres días, Gierek dialogó con la plana mayor de la política federal, especialmente con el canciller, Helmut Schmidt, con el jefe de la oposición cristianodemócrata, Helmut Kohl, el ministro de Asuntos Exteriores, Hans-Dietrich Genscher, y destacados representantes de la industria, la economía y los sindicatos.Al finalizar la parte oficial de la visita de cinco días de Gierek, se publicó un comunicado conjunto en el que se informa de la firma de un convenio de cooperación cultural y otro sobre un desarrollo ulterior de la cooperación en el terreno económico.

El convenio cultural, cuya conclusión parecía más que dudosa al iniciarse la visita de Gierek a Bonn, prevé el «intercambio y la cooperación en el terreno de la cultura y el arte, de la ciencia, la enseñanza, del deporte y en el campo de la comunicación de masas».

De mayor transcendencia que este acuerdo cultural con Bonn, será para Varsovia el acuerdo de cooperación económica, que amplía el firmado entre ambos países en noviembre de 1974.

En virtud del nuevo convenio, se facilitarán los contactos, la negociación y realización de proyectos entre empresas, organizaciones e instituciones. Igualmente se fomentarán proyectos de cooperación de grandes dimensiones. El pago puede efectuarse con productos, un aspecto de especial importancia para Varsovia.

En lo que concierne a los créditos, Bonn se ha mostrado generoso con el objeto de garantizar la financiación de los proyectos con tipos de interés bajo y en condiciones favorables. Como en el caso del convenio cultural, la aplicación del de cooperación económica se extiende a Berlín Occidental, en virtud del acuerdo cuatripartito de septiembre de 1971.

En una declaración conjunta de propósitos, tanto Bonn como Varsovia, insisten en la necesidad de estrechamiento de relaciones y, con ello, en la paulatina liquidación de las diferencias provocadas por un trágico pasado.

De los datos expuestos, se deduce con toda claridad que el viaje de Gierek a Bonn ha sido, en cuanto a resultados, más positivo de lo que en un principio cabía suponer. Varsovia ha intensificado sus vínculos con la República Federal en aquellos terrenos en los que no corre, el peligro de exponerse a la opinión pública de un país donde los resentimientos antialemanes siguen siendo muy fuertes. Se beneficiaría de la tecnología alemana en el campo de la minería y de la industria energética, por citar tan sólo un aspecto primordial de la prevista cooperación.

En el terreno cultural, ambas partes conceden especial importancia a la juventud, o sea, a aquellas generaciones que no participaron en la guerra.

Según Helmut Schmidt, la visita de Gierek a la República Federal de Alemania ha sido «un punto culminante en el desarrollo de las relaciones mutuas y una señal visible de su nueva calidad». Para Gierek se acaba de iniciar «una fase cualitativamente nueva en las relaciones entre Polonia y Alemania Occidental», basada en la cooperación.

Ahora bien, al afirmar que ambos se «aproximaban a la normalización», el dirigente polaco reconoció tácitamente que todavía no puede hablarse de relaciones completamente «normales» entre ambas naciones.

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