El acuerdo pesquero Madrid-Rabat es inoperante
Pese a algunas consideraciones optimistas, el desarrollo de las negociaciones pesqueras entre España y Marruecos -cuya última reunión se celebró en Rabat-, no ofrece perspectivas claras de solución. Aunque se han mantenido siempre dentro de un marco de gran cordialidad por ambas partes, los resultados continúan siendo indefinidos, no habiéndose llegado a ningún acuerdo concreto.A las últimas conversaciones de Rabat asistieron por parte española Raimundo Basols, Juan Antonio López Zatón y Javier Conde, junto a varios representantes de los armadores canarios, que constituyen la parte más interesada en el tema, uno de los cuales ha informado a EL PAÍS.
Las fuentes citadas aseguran que el factor principal que frena las negociaciones, y que de momento ha imposibilitado la concreción de un acuerdo, es la mutua desconfianza que se profesan los armadores de ambos países. Los españoles no se fían de los marroquíes, ni éstos de sus interlocutores. Este hándicap persiste en cierta medida, aunque no ha impedido la existencia de un diálogo que será reanudado en Madrid durante el presente mes, con fecha aún no fijada.
Pese a los obstáculos que hasta el momento han surgido para el establecimiento de algún acuerdo, se confía en allanar el camino, en superar todas las dificultades. De este modo, se confirmaría en el mes de julio el desplazamiento de Laraki a Madrid para suscribir con José María de Areilza un nuevo convenio hispano-marroquí de pesca.
Actuales negociaciones
Armadores insulares han manifestado que en las actuales negociaciones, los españoles intentan subsanar los diversos fallos que se derivan del acuerdo tripartito firmado en Madrid con Marruecos y Mauritania, con motivo de la, precipitada descolonización del Sahara. Este acuerdo ofrecía muchas lagunas en lo que a materia de pesca se refería. Faltó matizar muchos conceptos. Las deficiencias han permitido consecuentemente a los marroquíes dar una interpretación sui generis a la aplicación del convenio. Un conocedor profundo del desarrollo de las conversaciones que llevan a cabo ambos países, ha resumido la situación con estas palabras: «El problema estriba en cómo hacer operante el acuerdo de Madrid.» El pacto firmado no completó todos los detalles que debía tener en cuenta a fin de no crear problemas como los hoy planteados. Los armadores se lamentan de que el Gobierno no valorase entonces sus sugerencias. No se creó ninguna comisión representativa del sector pesquero para estudiar una fórmula ideal que exponer a Marruecos en ese acuerdo tripartito.«En cambio, para tratar el asunto de los fósfatos -añade otra fuente informativa- se nombró una comisión de diez personas, entre economistas, ingenieros, por qué esta discriminación si, en el caso concreto de Canarias, la pesca constituye el sector económico más importante, después del turismo; abundando en el tema de la representatividad, los armadores isleños se lamentan también porque carecen de representación en las corporacíones y organismos oficiales de la provincia.
Aparte de los fallos que se desprenden del acuerdo fijado en Madrid, las actuales negociaciones españolas parecen tropezar con la legislación marroquí, estimada en los sectores pesqueros canarios como demasiado primitiva e inadecuada para los nuevos tiempos.
Sin embargo, los marroquíes se agarran a ella como un clavo ardiendo, porque evidentemente, favorece sus intereses. Parece que cualquier modificación de la reglamentación vigente, iría en perjuicio suyo. De ahí que se muestren intransigentes en dicho apartado.
