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Proyecto para la "mujer nueva", en Francia

La mujer nueva, en Francia, equivale a 101 medidas, proposiciones, sugerencias y leyes posibles, que si la suerte y los tiempos ayudan, podrían ponerse en practica a lo largo de los cinco años venideros. Todo este plan quinquenal, destinado a los 26 millones de francesas, está contenido en el proyecto para las mujeres, elaborado por la secretaria de Estado de la Condición Femenina, señora Giroud, antigua periodista y directora del semanario L'Express, y acogido, ayer, con buenas intenciones por el Consejo de Ministros.Las diversas proposiciones, concebidas al cabo de casi dos años de estudios, encuestas y testimonios, están formuladas en función de la edad de las mujeres, divididas en cinco grupos: hasta los doce años, de los trece a los dieciocho, de los diecinueve a los treinta y cuatro, de los treinta y cinco a los cincuenta y cuatro, y, por fin, el resto, hasta el final de la vida.

Las 101 proposiciones van en todos los sentidos y abordan las más diversas dimensiones de la condición humana. Las más espectaculares: posibilidad de crear un servicio nacional c¡vil de cuatro a seis meses, para las jóvenes, conceder un suplemento familiar a todas las madres que tienen un niño de menos de tres años, se invita a los partidos políticos a que en las próximas elecciones el máximo de candidatos de un mismo sexo no exceda del 75 por 100, dos, años de vacaciones no pagadas, a la mujer o al marido, cuando la primera ha tenido un hijo...

La idea directriz del proyecto es consecuencia de lo que la señora Giroud llama un malestar dinámico de las mujeres, que se traduce por una reivindicación mayor: ser equivalente, y no igual, al hombre. Por lo que se deduce de este estudio, en Francia las dos causas principales del bloqueo de la condición femenina son las siguientes: la laboral y el cuidado de los hijos.

Por algo se empieza siempre, pero el proyecto de la ministro de las mujeres a la mayoría de los hombres no les interesa. A los movimienios feministas les hace reír, y quienes lo toman en serio se preguntan por las intenciones reales del Gobierno y, en consecuencia, por los medios que piensa poner en práctica para dar a luz a cien flores, como se han bautizado las proposiciones de la señora Giroud.

En efecto, la primera discriminación de sexos se sitúa a nivel gubernamental, en donde la ministro es apoyada por el jefe del Estado, pero más o menos desdeñada por el resto de los ministerios, de los que depende la realización de su plan. La Secretaría de Estado no puede más que hacer sugerencias, pero no proponer leyes. En segundo lugar, consideran los estudiosos del tema, el cambio de la condición de la mujer es un problema de cambio de comportamiento de toda la nación, es decir, un problema de sociedad. De momento, ayer se celebró el día de la mujer francesa en el Consejo de Ministros, comenta un escéptico.

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