"El barrio es una indiscutible realidad sociológica"

Ayer pronunció una conferencia en el salón de actos del Colegio de Abogados de Madrid el profesor López Vilas, diputado de la Junta de Gobierno de la Corporación y presidente de la Comisión de Urbanismo, que desarrolló el tema Problemática jurídica de los barrios y zonas periféricas de Madrid.

En su exposición, el profesor López Vilas comenzó con una crítica de la concepción urbanística mantenida hasta ahora en nuestro país. «Desde 1956 -dijo- los españoles vivimos encerrados en un corsé tecnocrático, en un urbanismo artificial, planificador y centralista que tiene la pretensión absurda de hacemos creer que una ciudad es algo estático que se puede encerrar en un plan; que el único urbanista es el técnico y que el, jurista no tiene nada que decir en el urbanismo».

Tras a bogar por un decidido cambio de mentalidad, el señor López Vilas destacó el factor hombre, -vecino y ciudadano, como elemento esencial en el planteamiento de los problemas de la ciudad, encarnados no desde una cúspide tecnocrática, sino desde una base popular, desde la base del ciudadano integrado en sus acciones naturales.

Tras un examen crítico de la Ley de Asociaciones y de la Ley de Régimen Local, el conferenciante se refirió en concreto al urbanismo madrileño, cuya ley especial censuró abiertamente. «No se puede seguir viviendo -dijo- de espaldas a la realidad, y ya es hora de que se ponga fin a la indisciplina urbanística, y a la falta de participación popular». Frente al sistema artificial de distritos, López Vilas propugnó la consideración del barrio como entidad natural que -la Ley debe reconocer. «La ciudad está hecha para el hombre y es el hombre como ciudadano, y no el burócrata, quien tiene que decidir su futuro y su forma. El barrio no es una fórmula abstracta ni una concentración matemática; es una indiscutible realidad sociológica, dinámica, a través de la cual se debe articular y encauzar la participación ciudadana por medio de sus asociaciones de vecinos, debidamente responsabilizadas».

Por último, estimó el conferenciante- que «si la nueva Ley de Régimen Local continúa con sus viejos prejuicios y tímidos criterios, seguiremos sin poder aplicar ninguna disciplina urbanística y el urbanismo continuará en manos de los grupos de presión y de los intereses privados. Y si resulta que la Administración insiste en denegar o paralizar el reconocimiento de las asociaciones de vecinos que se constituyan para velar y defender sus intereses, la Administración está demostrando que le sigue teniendo miedo a la libertad, o lo que es lo mismo, al clásico y vetusto derecho de libertad civil, de libertad ciudadana, responsablemente ejercitada».