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La URSS defiende su política exterior y ataca a Bonn

La Unión Soviética publicó ayer una declaración en la que reafirma su buena voluntad respecto a la política de distensión y critica indirectamente ciertos elementos de la Alemania Federal « que todavía viven con los dogmas de la guerra fría».Este tipo de declaración no es usual en la URSS, -consta de 3.000 palabras-, fue distribuida por la agencia Tass y apareció en la primera página de Pravda. En ella se acusa a «ciertos medios» de la República Federal Alemana de obstaculizar la política de aproximación con el Este que introdujo el canciller Willy Brandt.

La declaración soviética es una respuesta a las recientes afirmaciones de Dietrich Genscher, ministro de Asuntos Exteriores de la República Federal. Supone un desmentido al comunicado final de la Conferencia de Oslo de los ministros de los países de la OTAN.

En la declaración se acusa frontalmente a «la Unión Soviética» de utilizar la distensión para fabricar más armamentos y acumular amenazas contra la Europa Occidental». «Los sucesos de Portugal, Grecia y Angola, -continúa la declaración-, son sólo pretextos para acusar a la Unión Soviética de expansionismo y de colonialismo ideológico, y de interferirse en los asuntos internos de otros países. Además se pide a la Unión Soviética y a sus aliados que, como prueba de buena voluntad, se desarmen ideológicamente y asistan con indiferencia a la agresión imperialista encaminada a suprimir los movimientos populares que luchan por la libertad y el progreso social».

La declaración afirma igualmente que la preparación militar soviética «es necesaria en el momento en que la otra parte participa en la escalada de armamentos y rechaza las propuestas de desarme». Asimismo se reitera que «la Unión Soviética es un Estado amante de la paz que no tiene intención de atacar a nadie». «La URSS,-puede leerse- busca, con paciencia, tesón, nuevos caminos para desarrollar la concordia y la cooperación entre los países, con sistemas sociales diferentes, y para que las controversias sean llevadas a la mesa de negociaciones».

La declaración afirma que existe «un importante giro en las relaciones entre la URSS y la Alemania Federal» en relación con la situación de hace seis años, y de paso la declaración arremete con «los elementos de la Alemania Federal que se oponen a la normalización de la situación internacional, en Complicidad con ciertos medios de los Estados Unidos.

Estos medios, dice también la declaración, están a menudo relacionados con los fabricantes de armas y decididos a perturbar la distensión y, si es posible, volver a la guerra fría.

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