Humor y fría sátira
De Borowczyk, el refinado y elegante realizador polaco afincado hace ya tiempo en Francia nos llega Blanche, nombre de la protagonista del film que parece evocar candidez, virginidad, pureza; es decir, todo lo contrario de sus famosos Cuentos inmorales, realizados dos años más tarde. La historia, tomada de una novela ambientada en el siglo XVII, ha sido llevada al XIII francés, por puras razones de estética, si hemos de creer al director. La verdad es que elegir cierto siglo -seguimos sus palabras-, porque en él la falda era más o menos corta, porque el vestuario masculino o femenino era más o menos bello, nos parece una razón al menos cuestionable. Por supuesto que la Edad Media se presta a infinidad de interpretaciones, pero un film no es un cuadro sino una forma de narrar en el tiempo, y reduciéndolo fundamentalmente a lo plástico se corre el riesgo de que la historia se nos escape de las manos, en una especie de distanciamiento «artístico». Algo de ello sucede aquí. Walerian Borowczyk, que se confiesa pintor, ambientador, a la vez que guionista, ha prestado quizás más importancia a escenarios y objetos «medievales», de tal modo que, a veces, la acción se aleja de nosotros en secuencias partidas de improviso por insertos de pura ambientación que añaden poco, salvo quizás en los minutos finales.Ambientar una historia en una época cualquiera no consiste en acumular almenas, cruces, joyas de indudable valor o fidelidad ornamental, sino dar un sentido a acción y personajes, no importa si en clave de tragedia o de humor, pero calando en su interior, más allá de corazones y ropajes. Borowczyk se nos aparece aquí frío, cerebral, cualidades que van bien para el erotismo o el humor, por ejemplo. Pero el erotismo, mal que bien, alcanza a veces categoría universal que al humor le suele estar negada. Así Blanche, romance de malcasada medieval, acosada por un rey y un paje, amada por un hijastro hasta la muerte, cala en nosotros muy levemente cuando su historia es humor y nos deja distantes cuando, al, final, se transforma en tragedia. Solamente consigue vez que se asoma a la pantalla para recordarnos el valor de un actor emocionarnos el rostro deforme, visceral, de Michel Simon, cada
Blanche
Guión, adaptación, diálogos y realización de Walerian Borowczyk. Según la novela «Mazepa» de Luliusz Slowaki. Fotografia, Guy Durban. Intérpretes: Ligia Branice, Michel Simón, Lawrance Trimble, Georges Jacques Perrin, Denise Perome, Dramático. 1971. Local de estreno.Duplex, sala 1.
Babelia
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