Periodistas detenidos o "desaparecidos" en el mundo
Amnistía Internacional acaba de publicar en Londres una lista de 67 periodistas que, hasta el pasado 26 de abril, estaban detenidos o habían sido dados por desaparecidos en 17 países de todo el mundo. Las razones para el encarcelamiento o la desaparición de estos periodistas son esencialmente políticas.
Los países en los que Amnistía Internacional ha localizado a periodistas prisioneros están bajo el control de regímenes políticos a veces totalmente contrapuestos.Estas son las naciones por Amnistía: Bangladesh, Brasil, Chile, Cuba, Corea del Sur, India, Indonesia, Filipinas, Singapur, Suráfrica, Taiwan, Tanzania, Tailandia, Turquía, Unión Soviética, Uruguay y Yugoslavia.
La ausencia de algún otro país de esta lista significa simplemente que a la organización que ha realizado el informe no le han llegado noticias de más detenciones o desapariciones. El régimen político que mantiene a más periodistas prisioneros es Indonesia, a raíz del intento de golpe de Estado de izquierdas, acusados de haber contribuido a crear el ambiente que propició aquel fallido intento. El número no ha disminuido. Al revés: una periodista fue acusada del mismo delito diez años después y también está en prisión.
En el informe no se habla de atentados que hayan sufrido profesionales de la Prensa en ninguna parte del mundo ni del mal trato de que hayan podido ser víctimas durante el ejercicio de su trabajo.
Amnistía Internacional señala que algunos de los prisioneros o de los desaparecidos citados en la lista han sido víctimas de torturas y de tratos inhumanos, antes o durante su encarcelamiento.
Asimismo, esta organización, cuyos propósitos son apolíticos, según declaran sus propios portavoces, afirma que probablemente hay otros periodistas en distintos lugares del mundo que se hallan en las mismas circunstancias que estos 67.
La mayor parte de los seis periodistas prisioneros o desaparecidos en Brasil, que es el país latinoamericano con un mayor número de casos de esta clase, han sido severamente torturados, según el informe de Amnistía. Asimismo, esta organización dice que el paradero de cinco de estos periodistas brasileños es actualmente desconocido.
En Cuba hay dos periodistas en la cárcel. Uno, Carlos Betancort Rodríguez, desde 1961, y otro, Castellanos Caballero, desde 1962. Ambos, por delitos contrarios a la revolución.
En Uruguay todavía está en prisión, sin haber sido juzgado, el que fue director de Lucha Popular, José Servando Arriallaga.
En Chile hay, según los datos de Amnistía, tres periodistas prisioneros del Gobierno de Pinochet. Uno de ellos, el que fue director de Ultima Hora, Miguel Rivas, está en paradero desconocido.
En Rusia hay siete periodistas prisioneros, algunos de los cuales han sido destinados a campos de trabajo o han sido sometidos a tratamiento psiquiátrico.
En la India, que antes era una especie de paraíso de la libertad de expresión, según dicen los autores del informe hay ahora cuatro periodistas prisioneros, acusados por el Gobierno de Indira Ghandi del haber colaborado en la situación que le llevó hace un año a declarar el estado de excepción en el país.
Amnistía Internacional insiste, al dar a la publicidad esta lista, que sus objetivos no son políticos.
«Nosotros -nos dijo ayer un portavoz de la organización- no estamos ni por los regímenes de derechas ni por los gobiernos de izquierdas, estamos al lado de los prisioneros y, especialmente, de los prisioneros que cumplen condenas por delitos políticos o de conciencia.»
Amnistía es una organización con sede en Londres. En general, sus informes son recibidos en todo el mundo como documentos fiables.
España ha sido muchas veces objetivo de su principal interés.
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