La integración española en la OTAN depende de las reformas políticas
La integración española en el sistema defensivo occidental sigue dependiendo de la naturaleza de su sistema político. Este tradicional punto de vista sobre las relaciones de España y la Alianza Atlántica se refleja en un informe presentado ayer en Londres por el International Institute for Strategic Studies, en el que se estudian los acontecimientos que en 1975 afectaron a la seguridad internacional.
En el apartado dedicado a la península Ibérica, los autores del estudio hacen un resumen del inmediato pasado político de España y llegan a la conclusión de que «los europeos piensan que todavía es muy pronto para conceder crédito» a las promesas de reforma que el Gobierno del señor Arias ha hecho después de la muerte del general Franco.Esa reticencia europea es la que ha impedido que el interés norteamericano por integrar a España en la Alianza haya fracasado por el momento. Por otro lado, esta falta de consenso acaso precipitó el acuerdo bilateral España-Estados Unidos sobre utilización de bases en territorio español. La importancia estratégica de España en este momento es lo suficientemente importante, dice el informe, como para exigir que un miembro de la OTAN esté presente en esa parte del sur europeo, especialmente cuando otro miembro de la Alianza, Portugal, se enfrenta a problemas internos que podrían repercutir en la seguridad del mundo occidental.
En una referencia más directa a Portugal, el informe considera que a lo largo de 1975 los acontecimientos que tuvieron lugar en esa parte de la Península llevaron a la OTAN a reconsiderar su posición en la zona, pensando sobre todo en la posibilidad de que los comunistas italianos alcanzaran el poder en su país.
Esa posibilidad, se dijo en la conferencia de prensa en la que se presentó el estudio, ya está en marcha, y aún no se saben cuáles son las posiciones comunistas sobre la seguridad occidental. «De lo que sí estamos seguros -dijo el director del Instituto que publica el estudio- es de que el Partido Comunista Italiano rechaza a la OTAN. » En términos más generales, el informe llega a la conclusión de que cada día aumenta la posibilidad de nuevos conflictos y guerras en el mundo, según se desprende de lo que viene pasando en Africa del Sur y Oriente Próximo. «Las barreras internacionales que podían prevenir conflictos se han roto ya, y la disponibilidad de armas, por parte, de los países implicados en disputa, es cada vez mayor.»
Sin embargo, el Instituto se ha mostrado optimista «por el momento» ante la situación del equilibrio militar europeo. Este equilibrio, se dice en el estudio, hace poco atractiva para las fuerzas del Pacto de Varsovia la posibilidad de una agresión.
De todos modos, no cabe duda de que el poderío militar ruso ha evolucionado mucho en los últimos tiempos, mientras que su influencia política en Europa y en Oriente Próximo parece haber disminuido. Da la impresión, dijo el director del Instituto Internacional de Estudios Estratégicos, de que la Unión Soviética está dispuesta ahora sólo a aprovechar circunstancias muy claras en las que su influencia pueda destacarse y tener éxito, como ha ocurrido en el caso de Angola.
Sin embargo, en Mozambique el Frelimo ha hecho lo posible por tratar de conseguir que el poderío soviético no se evidenciara y ha preferido conservar una especie de equilibrio de influencias. Ahora mismo se puede decir que el Frelimo está por partes iguales por el bloque soviético y por China.
El Instituto estudia en su informe la situación de las conversaciones-SALT sobre limitación de armas estratégicas. Esas conversaciones se han estancado a pesar de las promesas de distensión acordadas por la mayor parte de los países. Sobre todo, en el informe se contempla la creciente importancia de la tecnología militar que puede utilizarse en el mar.
El informe destaca también el modesto progreso que se alcanzó para controlar la exportación de armas nucleares, pero reafirma su criterio de que el peligro de conflictos armados en el mundo crece día a día, aunque Europa, por el momento, no tiene por qué temer.
Ayer un periódico de Londres recogió la afirmación de un ministro chino que había dicho el día anterior que «era inevitable una guerra iniciada por la Unión Soviética». Los autores del estudio consideraron que, esa posibilidad «estaba fuera de lugar», aunque uno de ellos afirmó que era preocupante el poderío que en tecnología militar marítima habían conseguido los soviéticos.
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