Irene Paredes: “Vi muy claro que lo del beso de Rubiales no era normal, que era algo serio y no tenía gracia”
La capitana de la selección explica en una entrevista con este diario cómo el equipo se organizó para proteger a Hermoso, la ruptura del vestuario tras la Euro 2022 y celebra los éxitos y las mejoras conseguidas por las internacionales españolas
En el autobús de la selección, todavía en Sídney solo unas horas después de ganar el Mundial 2023, Irene Paredes (Legazpi, Gipuzkoa, 33 años), la capitana, mandó parar las bromas en torno al beso de Luis Rubiales a Jenni Hermoso. “Es un momento de exaltación que no sabes casi ni lo que dices ni lo que piensas. Yo vi muy claro que con eso no podíamos jugar y que había que cortarlo”, cuenta a EL PAÍS la central del Barça, una de las líderes del vestuario de la Roja. La escena se relata en el documental #SeAcabó: Diario de las campeonas, que Netflix estrenó el viernes. En la película, Paredes y otras jugadoras explican por qué algunas decidieron renunciar a jugar con España, cómo se rompió el vestuario en la crisis de las 15 —y las cicatrices que aún quedan— y las presiones que sufrió Hermoso y su entorno desde la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) para que dijese que el pico había sido consentido. En la entrevista, realizada el lunes por videollamada, la capitana aborda todos y cada uno de los temas que salpicaron el día a día del equipo durante años y que trascienden lo futbolístico.
Pregunta. Su primera frase en el documental sobre la federación es: “En todo momento se han creído que somos sus niñas que juegan al fútbol para divertirse”.
Respuesta. Durante muchos años, la federación nos había visto como niñas a las que ponerle algunos medios para poder divertirse. Ese pensamiento está totalmente descatalogado. Las jugadoras ahora van a la selección porque se lo merecen, es nuestro trabajo, es lo que nos da de comer, es alto rendimiento y se nos tiene que tratar de esa manera.
P. ¿Las mejoras conseguidas han hecho que ya no tengáis esa sensación?
R. Sí. Hay cosas que por supuesto habrá que seguir mejorando, pero el salto es abismal desde hace 13 años, cuando llegué yo, a cómo son las condiciones hoy. Ahora se puede rendir y se ven los resultados.
P. Ivana Andrés, refiriéndose al beso y al comportamiento de Rubiales y quienes lo defendieron, dice: “Nos empañaron lo que hicimos, después de tanto esfuerzo nos lo robaron”. ¿También se ha quedado con ese sabor de boca o piensa que no solo fue un triunfo deportivo?
R. Obviamente, hubiera preferido que no hubiera sucedido y poder disfrutar el Mundial. Llevábamos un año complicado y fue casi un milagro ganarlo. Con lo que pasó, se empañó todo, el foco no estuvo en la victoria deportiva, estuvo en lo de después. Me gusta sacar cosas positivas de todo, y es verdad que eso ha abierto un debate en la sociedad en el que estamos siendo parte muy activa y ejemplo y ayuda para otros muchos sectores y mujeres. Hay que aprovecharlo para avanzar como sociedad también.
P. Aitana Bonmatí y Sandra Paños mencionan los pocos recursos tácticos de Jorge Vilda. ¿Cómo se gestionaba esa frustración?
R. En el Mundial, cuando hubo jugadoras que decidieron volver, sabíamos lo que había, aceptamos centrarnos en lo deportivo, en hacer lo que cada una podía y dejar de lado lo que no formaba parte de nosotras. Era lo que había en ese momento: aceptarlo y rendir de la mejor manera para aportar al equipo.
P. Paños también cuenta que Vilda tenía una personalidad hipercontroladora, que incluso entraba a las habitaciones cuando las jugadoras estaban acostadas. ¿Usted vivió situaciones incómodas?
R. Lo que cuenta Paños es cierto. En el día a día había situaciones que quería controlar, era su manera de actuar en frente del grupo. No nos gustaba, había cosas que se transmitían y unas se cambiaban y otras no, pero el foco estaba en lo deportivo. Intentamos llevarlo de la mejor manera.
P. Tras la eliminación de la Eurocopa 2022, usted envió un mensaje a Rubiales en el que le solicitó mejoras, pero él filtró a la prensa que había pedido explícitamente la destitución de Vilda.
R. Tras la Eurocopa, transmitimos muchísimas cosas que afectaban directamente al rendimiento. Como primera capitana se envió el mensaje desde mi móvil, pero fue el grupo de capitanas quien mandó ese mensaje. Como no les gustó lo que les decíamos, quisieron individualizar esa conversación, centrarse en mí e ir a por mí. Necesitábamos cambios, queríamos rendir al máximo nivel. No eran tonterías, eran cosas que te afectan directamente: si antes del partido te haces seis horas de viaje, todo el mundo entiende que al siguiente día no vas a rendir a tu mejor versión. Ese tipo de mejoras eran las que transmitimos y no les gustaron.
P. Después hubo una reunión tensísima con Vilda en Las Rozas en la que muchas le dijeron lo que pensaban mientras otras callaron o defendieron su metodología. Se rompió el vestuario.
R. Fue una reunión muy complicada. Las capitanas hablamos como capitanas porque éramos responsables del mensaje del grupo. Hubo gente que antes de entrar en la reunión tenía las cosas muy claras, pero en la reunión y después se rompieron ciertos discursos y ciertas relaciones. También fue una estrategia de la federación: cómo nos meten en esa reunión, cómo nos sientan, las reuniones individuales que hubo después… Lo que está claro es que había un malestar en gran parte del grupo y que había cosas que mejorar para subir el rendimiento, que es lo que queremos las jugadoras, ganar y tener los medios para ello.
P. En la crisis de las 15, cuando 15 internacionales renunciaron a jugar con España en septiembre de 2022 pero el resto no, se simbolizó la ruptura.
R. Hay unas jugadoras que decidieron no estar en las concentraciones porque no podían, no estaban bien y se apartaron durante meses. Otras decidieron ir a las concentraciones aunque las cosas no estuvieran bien. Las capitanas estuvimos en medio: creíamos que había que pelear las cosas, pero yo no estaba de acuerdo en la manera en la que lo hicieron las 15, aunque sí lo entendía y respetaba totalmente su decisión. Fueron momentos muy complicados.
P. ¿Esa herida se cerró con la victoria en el Mundial y la unión posterior para tumbar a Rubiales? Ahí fuisteis todas a una.
R. Ha mejorado mucho la situación con lo que vino después, con tiempo para hablar, y cuando ganas también eso ayuda, pero hay ciertas cosas que se quedan en modo de cicatriz, y eso se queda ahí.
Hay ciertas cosas que se quedan en modo de cicatriz, y eso se queda ahí”
P. Laia Codina se emociona al contar cómo vivió ella ser convocada por primera vez durante la renuncia de las 15. La federación la puso en una situación incomodísima. ¿Lo habéis hablado?
R. Nadie vivió ese año de una manera tranquila. Laia, y alguna otra jugadora, pues te llaman, ¿y cómo no iban a ir a la selección? Muchas no habían vivido nada de lo que había pasado dentro. ¿Iban a rechazarlo por lo que les habían dicho? Era difícil tomar una decisión. En el momento en el que fueron convocadas, yo animé a las jugadoras a ir. Las llamaban porque estaban haciendo las cosas bien, independientemente del revuelo que hubiera detrás. Laia se ha asentado como una de las centrales de la selección. Eran momentos de ser fiel a uno mismo, de tener claro lo que pensabas.
P. Hay jugadoras, como Paños, que merecían ir al Mundial y no fueron por defender lo que pensaban.
R. Es una pena. Hay gente que ha tenido que pagar más que otra. Las mejoras son para todas. Sandra es una persona que quiere mejoras para todo el mundo, y sé que estuvo durante muchos meses muy dolida, pero fue fiel a sus principios, a lo que creía que tenía que hacer. Una parte de tu trabajo y de tu vida se acaba de una manera fea y cuesta digerirlo.
Hay jugadoras que han tenido que pagar más que otras por ser fiel a sus principios”
P. En Sídney, en el autobús, usted se dio cuenta de que Hermoso estaba mal, que algo gordo había pasado, y les dijo a las jugadoras que ni una broma más. ¿Cómo fue consciente?
R. Tuve una educación en la que me enseñaron que esas cosas, evidentemente, no están bien. Lo tengo muy arraigado. Enseguida vi que no era normal, y eso que yo estaba también en mi burbuja de felicidad, cantando, saltando, sin creérmelo todavía. Pero hubo un momento en el que hubo cierta risa con algunos comentarios, y ahí, sin pensarlo, no dudé en decirles: “Tías, parad porque esto es algo serio y no tiene ninguna gracia”. A raíz de eso, varias jugadoras me dijeron: “Ostras, tienes razón, esto no está bien y menos mal que lo has dicho”. Es un momento de exaltación que no sabes casi ni lo que dices ni lo que piensas. Yo vi muy claro que con eso no podíamos jugar y que había que cortarlo.
P. Luego llega el #SeAcabó de Alexia y cayeron Rubiales y Vilda. ¿Cómo recuerda aquellos días?
R. Bastante duros. Eran los 10 días de vacaciones que nos daban en el club para celebrar y desconectar. Fueron un sinfín de llamadas, de mensajes… no sabíamos ni por dónde tirar ni qué hacer para organizar a la gente, y fue una locura que luego fue cogiendo forma. También queríamos proteger a Jenni. Es de valorar la actuación que tuvimos las jugadoras aquellos días.
P. ¿Qué tal está tras la lesión muscular?
R. Me ha costado un poquito arrancar. Se me juntó la lesión con hacer una pequeña pretemporada, pero llevo ya unas cuantas semanas en las que estoy bien, fuerte. He tenido minutos con el equipo, he jugado dos partidos y tengo ganas de aportar.
P. La lesión le hizo estar fuera de la última lista de Monste Tomé. ¿Le sorprendió que no se lo comunicara, al ser la capitana, por mucho que sean dos amistosos?
R. Como no había participado demasiado con el equipo era algo que podía esperar. Es verdad que ya estaba bien, pero no estaba rodada. Ahora estoy en perfectas condiciones, con muchas ganas de jugar y espero estar disponible para lao que la seleccionadora elija.
P. En el Barça lleváis arrasando en la Liga F cinco años, ¿esta temporada va a ser más competitiva?
R. El Madrid y el Atlético están rindiendo a buen nivel. Ojalá sea una Liga mucho más competitiva en la que nos metan en apuros, pero también espero que acabemos ganando. Ha habido ciertas dudas con nosotras porque hemos encajado goles en bastantes partidos, pero entrenamos a muy buen nivel y tenemos ganas de que llegue el tramo importante de la temporada para demostrarlo.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Sobre la firma
Más información
Archivado En
- Jennifer Hermoso
- Seleccion española fútbol femenino
- Luis Rubiales
- Fútbol femenino
- Fútbol
- Futbolistas
- Entrenadores
- Competiciones
- Deportes
- Irene Paredes Hernández
- Jorge Vilda
- Montse Tomé
- Mundial fútbol femenino
- Mundial Autralia/Nueva Zelanda 2023 Fútbol Femenino
- Cata Coll
- Olga Carmona
- Bonmatí
- Alexia Putellas
- Salma Paralluelo
- Selección inglesa fútbol femenino
- Federación española
- Patri Guijarro
- Mapi León
- Claudia Pina
- Leila
- Pedro Rocha
- Caldentey
- Ivana Andrés
- Esther González
- Ángel María Villar
- Netflix
- Gallardo Núñez
- Eurocopa femenina
- Ignacio Quereda
- Mundial fútbol
- Ona Batlle
- Destituciones deportivas
- Sandra Paños
- Documental
- Películas
- Deporte femenino
- Igualdad oportunidades
- Igualdad salarial
- Real Madrid femenino
- FC Barcelona Femenino
- Corrupción
- Machismo
- Abelleira
- Misa Rodríguez
- Laia Codina
- Caso Rubiales